Ahora que se acercan las Navidades, esas fechas donde la magia cobra protagonismo entre los más pequeños y todo es posible, no podía faltar nuestra invitada, “Wizard Nebula”, conocida informalmente como la "Nebulosa del Mago" (NGC7380), es un cúmulo abierto de estrellas que aún están incrustadas en la nebulosa a partir de la cual se formó y que se encuentra en la constelación de Cefeo (que era el rey de una tierra llamada Etiopía en la mitología Griega).
Visualmente, el conjunto de estrellas, gas y polvo ha creado una forma que a algunos se le asemeja a un hechicero medieval, donde se distingue el gorro en cono y nariz puntiaguda, junto a una túnica que cuelga dejando a la vista las dos manos del mago. Seguro que ya lo habéis visto, ¿no?...
Fotografía realizada con Cámara Astronómica Omegon VeTec571 C y telescopio Bresser NT150-750, Ganancia 100. Integración de 63 Imágenes de 4 min cada una
Esta región de formación de estrellas se extiende unos 100 años luz en el espacio, y en tamaño aparente en el cielo, correspondería a una luna llena, la cual cubriría el cúmulo joven de 4 millones de años de edad y la nebulosa asociada que se encuentra a unos 8.000 años luz de distancia.
Cuando hablamos de estas distancias no somos conscientes de la magnitud de la misma, pero para que os hagáis una idea, cuando veo el sol asomar por el horizonte, la luz que llega a mi retina hizo 8 minutos y 20 segundos que salió del sol. Así que se puede decir, sin ningún temor, que el Sol se ve tal y como era hace algo más de ocho minutos.
Del mismo modo, cuando estoy viendo la nebulosa del mago, los fotones de luz que recojo con mi cámara hace 8.000 años que salieron de esa nebulosa vagando por el espacio hasta llegar justo donde estoy yo.
Si además sé, que la luz viaja a 300.000 Km/s, solo he de multiplicar esta cifra por los segundos que contienen 8.000 años y obtendré los km a los que se encuentra de mí. ¿Fácil no?
En este tipo de estructuras, la gravitación es lo suficientemente fuerte en la nebulosa como para formar estrellas y los vientos estelares y la radiación es lo suficientemente potente como para crear y disolver las torres de gas.
Esta nebulosa sólo durará unos pocos millones de años, pero algunas de las estrellas en formación dentro de dicha nebulosa sobrevivirán seguramente a nuestro sol.
Así que queda de manifiesto, que, en la inmensidad del espacio somos polvo de estrellas, donde nuestra vida apenas representa un suspiro en todo lo que acontece a nuestro alrededor, de modo que, no dejéis para mañana lo que se puede hacer hoy y aprovechar bien vuestro tiempo junto con los seres queridos. ¡¡FELICES FIESTAS!!
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