La palabra equinoccio procede del latín y significa «noche igual», lo que hace referencia al día y la noche de aproximadamente 12 horas cada uno y que tienen lugar solamente en los dos equinoccios del año, el de otoño y el de primavera.
A través de la historia, diversas culturas y civilizaciones alrededor del mundo han celebrado las fechas que representaban un cambio de estación. Al conocer las fechas del equinoccio, los agricultores podían preparar los suelos para la siembra de las semillas.
Así pues, fue hace 4.000 años cuando nuestros antepasados realizaron una serie de cavidades en la roca para que los rayos del sol atravesaran únicamente este pórtico cuando amanece durante los meses de marzo y septiembre, marcando el cambio de estación y dando lugar a uno de los santuarios solares prehistóricos más antiguos del planeta.
La hipótesis fue planteada por Antonio Beltrán y José Royo allá por 1995; cuando interpretan las pinturas rupestres unidas al fenómeno del equinoccio: el sol (cuatro rayas verticales) entra por arriba hacia las hendiduras de la roca que aparecen representadas junto a un brujo realizando un ritual.
De este modo el pasado día 22 de septiembre, entre las 9:15 y 9:30 de la mañana pudimos disfrutar de este espectáculo único en “El Parque Cultural del Río Martín” y más concretamente en Oliete.
Consideraciones a la hora de realizar la fotografía:
- Hay que exponer la foto para que el cielo no se nos queme y nos quede totalmente blanco, es preferible que el primer plano nos quede oscurito.
- Para conseguir un sol estrellado debemos tirar a aperturas altas, cuanto mayor número F más marcadas las puntas del sol. El número de puntas depende de la construcción de nuestro objetivo, en mi caso tengo 14 puntas en el sol, el doble de palas de mi objetivo (7).
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