No podía faltar entre la multitud de actos que llenan la agenda preelectoral del presidente del Gobierno de Aragón, el Sr. Lamban, la firma del FITE.
Sin poner en duda la necesidad de estos fondos para la provincia de Teruel, hasta que consiga modificar el actual Sistema de Financiación Autonómica, injusto e insuficiente a todas luces, sí podemos cuestionar tanto la nula efectividad de estos fondos, como su falta de transparencia, simplemente remitiéndonos al Informe de Fiscalización de la Cámara de Cuentas de Aragón, en el que se pone de manifiesto, entre otras cosas, que no existen mecanismos de regulación para el reparto de los fondos, ni cuál es el papel de los órganos responsables, una tramitación poco ágil o algo tan grave como que el sistema contable no permite hacer un seguimiento eficaz del coste de los proyectos y lo que raya el absurdo que no esté definido en el objeto de estos fondos qué es un “proyecto de inversión”; vamos, la excusa que se ha puesto siempre para asignar los fondos.
Como en tantas ocasiones se han aprobado muchas iniciativas en las Cortes de Aragón reclamando mejor gestión y transparencia de los mismos, porque el informe de la Cámara de Cuentas hasta el año 2016 no ha hecho más que confirmar lo que sobre el terreno era de sobras conocido.
Nos encontramos con más de ochenta y cinco millones no ejecutados, de los cuales el Estado podría reclamar el reintegro de casi veinte millones; y seguimos con nueva foto y nueva firma, pero si no corregimos todas y tantas deficiencias, si no exigimos medidas correctoras y mayor control, estos fondos seguirán siendo lo que siempre han sido, una prebenda bajo unas siglas o un color político.