Opiniones

¿Salvados?

Con la parada vacacional de Sánchez parece que los españoles nos hayamos quedado en standby a la espera de que quien mueve los hilos en las altas esferas se decida a retomar las riendas del país y nos desvele cuál será nuestro futuro. Pero la vida sigue, solo para algunos.

Mientras aquí seguimos expectantes a que se produzcan tan ansiadas reuniones, más de cien seres humanos, en algunos momentos hasta ciento sesenta, muchos de ellos niños, están esperando que el resto del mundo, ese que se supone civilizado, tome una decisión para acogerlos.

Tenemos leyes, humanas y divinas. Leyes que obligan a prestar auxilio a toda persona que se encuentre en peligro de desaparecer en el mar, y para algunos la Ley de leyes que nos dice que debemos “ayudar al prójimo”.

Pero hasta en nuestra humanidad nos hemos puesto cuotas, para hacer el bien, lavar conciencias y cumplir con los mandatos la UE acordamos un reparto de personas refugiadas para así cumplir con otro principio que llamamos “solidaridad”.

Y enfrente, haciendo campaña, tenemos a Salvini, candidato presidenciable que se pasa por el forro el fallo del Tribunal que suspendió la prohibición al Open Arms de entrar en aguas italianas, que desoye a su primer ministro Giuseppe Conti y a la ministra de Defensa apoyando la decisión de dejar entrar el barco en territorio italiano. Me gustaría creer que este señor no ocupará un sillón presidencial sino que será juzgado y cumplirá sentencia por no acatar el mandato de un Tribunal, pero me temo que no será así.

Lejos queda el primero de los principios de la Carta fundacional de la UE: La dignidad humana es inviolable, será respetada y protegida. Lejos queda el mandato divino que predica la ayuda al prójimo; alcanzar la salvación está muy lejos tanto para quienes sufren en el mar, como para quienes miran hacía otro lado desde tierra.

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Respeto 15/01/2025
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