Sucesos
El conductor de un camión circulaba por la carretera N-232 octuplicando la tasa de alcohol permitida, cuando fue interceptado por la Guardia Civil en Azaila.
Ocurrió el pasado 15 de abril, sobre las cuatro y media de la tarde.
Cuando los agentes le dieron el alto durante un control de la normativa de transporte terrestre, que realizaba una patrulla de Alcañiz, el camionero hizo caso omiso, por lo que tuvieron que interceptarlo más adelante.
Presentaba claros síntomas de circular bajo la influencia del alcohol y las pruebas a las que fue sometido arrojaron un resultado positivo de 1’26 y 1’32 mg/l de aire espirado. La tasa máxima permitida de alcohol para conductores profesionales es de 0,15 mg/l, por lo que la octuplicaba.
El vehículo articulado que conducía transportaba unos 40.000 kilos de vigas de hormigón, por lo que la actuación llevada a cabo por los agentes pudo evitar un posible accidente de consecuencias trágicas.
La Unidad de Investigación de Siniestros del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Alcañiz instruyó las correspondientes diligencias policiales por un delito contra la seguridad vial,
tipificado en el art. 379 del Código Penal, por conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas y el conductor ha sido investigado por ello.
Así mismo, se procedió a extender el correspondiente boletín de denuncia por infracción al art. 143 del Reglamento General de Circulación, bajo el concepto “no respetar las señales y órdenes de los Agentes de la autoridad encargados de la vigilancia y regulación del tráfico”, infracción que lleva aparejada una sanción de 200 euros y la retirada de 4 puntos del permiso de conducción.
Por el delito indicado, el conductor implicado en los hechos, se podría enfrentar a una pena de prisión de tres a seis meses y a la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
La Guardia Civil ha detenido a dos personas como presuntas autoras de tres delitos de hurto en un centro comercial de Alcañiz. El valor de los efectos intervenidos ascendía a 1.423 euros. Uno de los detenidos había realizado varios hurtos de la misma índole a lo largo de este año en el mismo centro comercial.
El pasado 27 de marzo, efectivos del Equipo Territorial de Policía Judicial de Alcañiz, junto a efectivos del puesto de Alcorisa, detuvieron infraganti a dos personas como presuntas autoras de varios delito de robo en un centro comercial de Alcañiz.
A primera hora de la tarde, el personal de seguridad del establecimiento comunicó a la Guardia Civil que una persona había llenado el carro de la compra con numerosos productos y había salido del establecimiento entre las cajas registradoras, que no disponían de personal para efectuar el pago.
Los agentes se desplazaron hasta la zona exterior del centro comercial, comprobando que la citada persona salía sin efectuar ningún pago y que se disponía a introducir los alimentos en el maletero de un vehículo cuyo conductor le estaba esperando.
Fue en ese instante cuando se produjo la detención de ambas personas y se aprehendieron todos los productos hurtados, entre los que había aceite de oliva, numerosas latas de conserva de pescado, queso y dos aspiradoras.
El autor material del hurto ya había actuado en el mismo centro comercial en dos ocasiones durante el presente año, habiendo hurtado mediante el mismo modus operandi artículos similares.
Tanto las diligencias instruidas como las personas detenidas fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de Alcañiz.
Alcañiz albergó este jueves un simulacro de los servicios de emergencias 061, en el que se involucraron también los Bomberos de la Diputación de Teruel y la Guardia Civil de Tráfico.
La actividad formativa consistía en un taller de un accidente de tráfico con múltiples víctimas. Se desarrolló entre las tres y las cinco y media de la tarde y se usó el hospital como centro del operativo.
Causó expectación la circulación de ambulancias y de los Bomberos, con las sirenas, por el centro de Alcañiz, ya que nada hacía suponer que se trataba de un simulacro, sino que aparentaba una situación de emergencia real.
Un ciudadano entró en la madrugada del pasado sábado en las dependencias de la Policía Local de Caspe. Su intención era interponer una denuncia por unos hechos que, dijo, le habían sucedido en un establecimiento público.
Sin embargo, los agentes detectaron que estaba bebido y se percataron de que había llegado a comisaría conduciendo su camión en ese estado y que lo había aparcado en la misma puerta.
Fue sometido a una prueba de detección de alcohol, arrojando una primera tasa de 0,94 miligramos por litro de aire expirado. El individuo se negó a continuar con las pruebas, por lo que los agentes procedieron a investigarle por varios ilícitos penales en materia de seguridad vial, siendo citado para juicio rápido en el Juzgado.
También dio positivo en la prueba de sustancias tóxicas.
Su vehículo fue puesto a disposición judicial.
La actuación de la Policía Local de Caspe salvó la vida a una persona que se había desplomado mientras se encontraba en un establecimiento público del municipio el pasado domingo.
Los agentes se personaron en el lugar tras ser activados por el servicio de emergencias 112. Comprobaron que no tenía pulso y comenzaron a practicarle las maniobras de reanimación cardiopulmonar, conectando, a continuación el desfibrilador semiautonóatico.
Cuando llegó el Soporte Vital Básico del 061, los sanitarios se coordinaron con la Policía continuando con la reanimación del paciente hasta que se presenció el Soporte Vital Avanzado.
Sanitarios y agentes lograron estabilizar a la víctima, que fue trasladada en helicóptero medicalizado hasta un hospital de Zaragoza.
La Policía Local de Caspe destaca “la importancia de conocer y formarse en la utilización de este tipo de dispositivos de reanimación”, ya que “los primeros minutos desde que la persona sufre la parada son cruciales para intentar salvar su vida, siendo recomendable la adquisición de los mismos en todo tipo de establecimientos”.
Todavía este domingo los Bomberos continuaban extinguiendo el incendio que se originó el pasado viernes en una vivienda de La Fresneda y en el que falleció su propietario, Ramón Celma (“El Chulet”), muy conocido en el Bajo Aragón por su carisma y por ser el promotor de la Feria de Antigüedades, Artes y Oficios de La Fresneda, además de participar en otras ferias de coleccionismo. La feria, por cierto, iba a celebrar este fin de semana su vigésimo cuarta edición, pero el Ayuntamiento decidió anularla en señal de luto.
Pese a las intensas y extensas labores de extinción, las llamas volvieron a aparecer el sábado en la segunda planta del edificio, que ha llamado siembre la atención de los visitantes por su decoración. Tras esta segunda extinción, las tareas de refrigeración y de protección de edificios colindantes seguían este domingo por la tarde.
Para los Bomberos el trabajo resulta desde el principio complicado por la gran cantidad de materiales y enseres que había dentro de esta vivienda, en la que incluso en sus ventanas y bancos del exterior se acumulaban antigüedades de todo tipo.
El coleccionista y anticuario octogenario Ramón Celma ha fallecido este viernes en el incendio de su vivienda de La Fresneda. El fuego, cuyas causas se desconocen, se ha originado de madrugada y, al parecer, Celma estaría tratando de sofocarlo. Cuando le han encontrado, ya había perdido la vida.
Todos le llamaban “El Chulet”. Era muy conocido en su municipio de residencia y en todo el Bajo Aragón, por ser el promotor de la Feria de Antigüedades, Artes y Oficios de La Fresneda y participar también en otras ferias de coleccionismo. Su don de gentes hacía que fuese difícil olvidarlo aunque sólo se hubiese tratado con él una vez. Su vivienda, ahora incendiada, llamaba la atención de los visitantes. Era muy fotografiada.
Una nueva edición de esta feria, la vigésimo cuarta, iba a celebrarse precisamente este fin de semana, pero el Ayuntamiento ha decidido suspenderla en señal de luto.
Bomberos de la Diputación de Teruel están trabajando desde primera hora del día en su extinción, que está siendo compleja debido a la cantidad de materiales y enseres que había dentro de la vivienda.
Alrededor de las tres de la tarde continuaban trabajando para reducir la carga calórica del inmueble, ya que el fuego continuaba activo.
En el operativo trabajan un jefe de intervención, dos oficiales y siete bomberos, con una escala, cuatro bombas de agua, un vehículo de mando y una furgoneta de suministros. Por el momento los bomberos han tenido que utilizar más de una veintena de botellas de aire para las labores.