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Secretos
Los aficionados a los temas esotéricos suelen creer en contubernios y en la existencia de un gobierno mundial en la sombra que rige los destinos del planeta. En España, parecían hacerse realidad estas teorías conspiranoicas. Pensábamos que la lucha contra el coronavirus estaba dirigida por un comité de doctos “expertos” que asesoraban al Gobierno y cuyos nombres se mantienen ocultos, inexplicablemente, a pesar de que la ley obliga a darlos a conocer.
La falta de transparencia propicia la propagación de sospechas y bulos por lo que unas y otros no han dejado de crecer. Mas hete aquí que nos enteramos de que estos “expertos” son técnicos y funcionarios del Ministerio de Sanidad por lo que no se puede publicar su identidad. Los criterios de este ente secreto han ido mudando en cuestión de días cuando no de horas.
Mes y medio antes del estado de alarma, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) y portavoz del Gobierno en el asunto del Covid-19, afirmó que en España no habría "más allá de algún caso diagnosticado" y que, de haberlo, sería muy limitado y estaría controlado, restando importancia a la alerta dictada unos días antes por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El ministro Illa declaró que la Sanidad pública estaba preparada para hacer frente a cualquier eventualidad posible. En lo referente a las mascarillas, cuando se carecía de existencias, no eran obligatorias; es más, resultaban desaconsejables; en cambio, ahora, sí son necesarias en determinadas circunstancias y se recomienda ponérselas. Parece lógico hacer test para localizar y aislar a los infectados.
Pero en palabras del ministro Ábalos, no solucionan nada al no asegurar la inmunidad ya que una persona puede hacerse la prueba, dar esta negativa y, al día siguiente, contagiarse. Sin embargo, el 11 de mayo, áreas de la Comunidad Valenciana no han pasado a la fase 1 de la desescalada por no haberse realizado suficientes pruebas a la población.
Y también nos enteramos por boca del doctor Simón de que las directrices científicas de la comisión de “expertos” no son vinculantes sino que la decisión final sobre quién pasa de fase la toma el ministro de Sanidad o sea el Gobierno. Por eso, como se necesitaban los votos del PNV para prolongar el estado de alarma, han permitido que en el País Vasco se pueda viajar entre provincias lo que no se permite al resto de territorios en idéntica situación.
Como decía Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.”
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Geolocalización
Es, a día de hoy, posible. Cruzar datos que están en Internet transmitidos mediante móviles, mayoritariamente, u otros dispositivos como ordenadores.
Ya se ha producido la ocurrencia, el sistema sanitario identifica a los contagiados, y lo hace en redes informáticas. Quienes tienen acceso a estos datos, basta que tengan en sus bases de datos, el número de móvil de cada uno de ellos, y como lo tienen encendido continuamente, su localización geográfica. Y con ello ronda la idea de reunirlos a todos en un espacio geográfico reducido, para que no contagien a la mayoría de la población. ¡Qué aguda decisión democrática!, o sea por el bien de la mayoría.
Claro que ignora la tiranía de las personas malas, que cuando su limitación hace tope, y no conocen la solución digna, neurológicamente tienden al despotismo, salvar su culo, y si acaso el de colaboradores, malmetiendo a las demás para que se hagan la guerra entre ellas, y no contagien.
Tampoco resuelve, la realidad constatada tantas veces en el pasado, de que se emitan informes falsos, que se dan por ciertos de autoridad en autoridad, para despachar a personas sanas, con verdades incómodas, de esas decentes, pero que, curiosamente, reclamarán la pérdida de privilegios y poltronas. Y eso causa rechazo en quienes alcanzaron la cumbre y se abandonaron al continuismo parásito.
La educación pública es tal que sigue perpetuando la ignorancia y en esencia la inercia para entregarse a la estigmatización, el linchamiento, la jauría humana, la falta de escrúpulos y en suma, obtener sin justa contraprestación o descaradamente, lo que se cuenta, mide o pesa. Mientras se dé por supuesto que el dinero todo lo paga, basta con que cojan dinero y no vean cómo se podría robar al ladrón.
Lo que parece que no motiva, es que se tienda a minimizar las opciones de aprovecharse de la desgracia ajena, incluida la muerte por causas no naturales, o sea ladronas. ¿Cómo van a
entender los de arriba, que la solución es no caer en excesos, para cubrir las necesidades básicas de toda la manada de herbívoros, y que la violencia no desate el: arrieritos somos y
en el camino nos encontraremos? Ni obligándoles a vivir abajo, todos asumirán la igualdad y evitar excesos, por demás contraproducentes; de barrigas llenas están llenos los corrales de los quietos. -
De duelo
No veo para nada la tv, entre otras cosas porque, como expliqué en su día, mi familia, en su afán de moderación, tiene por costumbre poner el volumen, para mi hipoacusia, excesivamente bajo; y como por desgracia todavía no he aprendido ni he tenido interés en aprender a leer en los labios, pues no me entero de nada, me aburro y me voy con mi móvil como si fuera un chaval de 16 encerrado en su cuarto con los cascos puestos.
Pero estos días de encerramiento y cada vez que paso de refilón por delante del televisor, me ha llamado la atención un detallito en la pantalla superior izquierda. Y es que, en lugar de encontrarme un lacito negro, que sería lo propio en estos tristes y terroríficos días, que rindiera homenaje a todas las víctimas que esta maldita pandemia se está llevando, y que sería lo propio; pues me consta que tienen lazos de todos los colores, rosas, amarillos, morados...pero ¿y el negro?.
¡Caramba!
Lo sorprendente es que, en su lugar, me encuentro esta infantilona frase:
¡Lo estamos consiguiendo!.
Digo lo de infantilona, porque en mi trabajo con los pequeñines, es una frase de ánimo recurrente, que siempre utilizamos cuando pretendemos estimular el ánimo y la autoestima de los niños. (Me niego a poner y -niñas-, pues sigo utilizando el plural genérico como bien aconseja la RAE por más que se empeñe la secta "políticamente-correctiva" de mi departamento).
Luego, la vuelvo a leer, y la repito en voz baja:..."Lo estamos consiguiendo", y me vuelvo a preguntar: ¿De verdad pretenden hacernos creer que así nos animan?, ¿Pretenden estimularnos para que se diluyan todas nuestras angustias?, ¿o nos tratan verdaderamente como si fuéramos críos a quienes un papá protector debe dar palmaditas de aliento para ayudarnos a no caer en la melancolía y en el desánimo?
Y como este encierro obligado a que nos tienen sometidos a todos ya me está perturbando demasiado, me está volviendo conspiranoica, y me hace ver demonios por todas partes, pienso si subliminalmente esa frasecita esconde mucho más de lo que expresa, y me pregunto: ¿Será verdad?, ¿lo están consiguiendo?.
Desgraciadamente, el día a día y el devenir de los acontecimientos, que cada día sorprenden, por la extrañeza de las noticias, el recorte de libertades, la censura notable en medios y redes, y las situaciones peculiares y anómalas que se intuyen viendo y leyendo entre líneas, me conducen a pensar que sí, efectivamente, sea lo que sea:
¡Lo están consiguiendo!. -
32 días confinada ya
32 días confinada ya… Por lo menos en mi caso. ¿Nos hemos vuelto ya locos? ¿Nos hemos vuelto ya locos? No, no estoy narrando un capítulo de los Simpsons. (Esto era una coña para los que sois frikis como yo de los amarillos) Supongo que no soy la única que no para de pensar en como serán las cosas cuando todo esto pase. Aunque quizás la pregunta del millón es: ¿cuándo volverá todo a la normalidad?
Yo por lo menos tengo que decir que me muero de ganas de ir a Alcañiz. Jo, que razón tiene el dicho ese de “no aprecias lo que tienes hasta que lo pierdes”. No es que haya perdido Alcañiz “jaja”, pero la impotencia de no poder ir, bueno básicamente de no poder salir de casa.
Yo también he sido víctima del querido ERTE. Pero bueno, podría ser peor, ¿no?
Qué mejor que tener todo el tiempo del mundo ahora para seguir con mis clases de italiano, hacer algo de deporte, algo. Y tomar un poco el sol. Hombre, algo bueno habrá que sacar de este confinamiento, digo yo.
Aunque al paso que va esta situación, de aquí a nada montamos la piscina. Hay que darle un toque de humor a la vida, porque sino, no sé que sería de nosotros.
¿Soléis perder la noción del tiempo? Todos los días son iguales, ¿verdad? Aunque ya sean 32 días encerrada, tengo que decir que se me han pasado rápido. Supongo que porque he seguido trabajando y estoy en compañía. Eso sí, no he perdido la sonrisa ningún día, (excepto con la noticia del ERTE), ahí me permitía tener un día malo. Creo que esta situación solo puede hacernos mejores personas. Y cuando todo pase, comenzar a apreciar esas que creíamos pequeñas cosas, pero que ahora creemos gigantes. Cruzarnos por la calle, estrecharnos la mano o incluso volver a abrazarnos.
¿Qué es de lo que mas ganas tenéis cuando todo esto pase? Yo a parte de ir a Alcañiz…
Pues unas bravas en el París con una jarrica de cerveza y disfrutar de esas vistazas de la plaza de España. Madre mía Lucía, no vas a dar abasto. Yo si fuera tú, me iría preparando. Tendrás que poner un cacharrico de estos para coger número. Y bueno, por supuesto, un corte de pelo, que no es que lo lleve mal, pero si eres fiel a tu peluquera, tal y como están las cosas, habrá que aportar nuestro granito de arena, ¿verdad? Ana, ve guardándome hora.
Y después de este último párrafo, que, aunque haya parecido publicitario no lo es.
Jorge, tú hablas de edificios históricos, y yo no tan históricos, ja ja.
Solo me queda desearos un buen resto de confinamiento y os invito a que penséis en lo bueno que estáis sacando de estar encerrados. Y que a pesar de ello, estamos sanos y tenemos que ser solidarios para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible.
No perdáis el optimismo y nos vamos leyendo por aquí.
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No quiero vuestros aplausos
Os voy a ser muy sincero, no quiero vuestros aplausos. Quiero que cuando pase todo esto, nunca olvidemos lo visto, leído y contado estos días. Que nos veamos las caras, debatamos sobre porqué hemos sufrido (todos, pacientes y trabajadores) esta penosa situación en la sanidad pública, y hombro con hombro defendamos una mejor sanidad pública. Llenemos las calles de esperanza y ganas de acabar con las privatizaciones que hemos sufrido todos los usuarios de la sanidad pública.
Porque no podemos olvidar, debemos pelear por una sanidad que nunca más vuelva a sufrir recortes, que no vivamos con lo justo año tras año, porque hemos visto, que sí, que los recortes matan. Que no era un eslogan que nos inventamos los sanitarios hace más de una década. Que esos recortes llevan matando a pacientes hace años y en este mes, se ha visto de forma exponencial. Porque esos recortes son peligrosos para todos los profesionales sanitarios, un 17% de los casos determinados por Coronavirus en Aragón son compañeros sanitarios que han tenido que trabajar sin las garantías mínimas de seguridad, y a pesar de ello, lo han hecho.
Por esto no quiero aplausos, ni que se nos llame héroes.
Debemos exigir soluciones, pero todos juntos, de forma consciente y decidida, que no aceptamos más recortes para la sanidad publica, no más privatizaciones de los servicios públicos. Porque es evidente que estas privatizaciones solo buscan el lucro empresarial a costa de deteriorar unos servicios, un bien público y esencial.
La próxima vez que nos veamos, por favor no nos aplaudas. Lucha con nosotros por nuestra sanidad (la de todos), porque no es solo nuestro trabajo, es sobre todo la salud de tu entorno, de tu familia. Porque, en definitiva, estás luchando por tu propia salud.
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De guerras y reyes
En estos días en que estas terribles circunstancias nos han regalado un tiempo extra para ponernos a reflexionar y leer con más calma, gracias a las redes, lo que a la gente se le va ocurriendo en sus encierros, observo que se vuelve a cuestionar la figura del rey.
Este rey, que para bien o para mal, sigue ahí, sentado en el trono, y en carne mortal pero, a diferencia de los demás mortales, su figura será reencarnable en alguna de sus herederas.Pues bien, como cuando se está ocioso y desde lejos, todo el mundo sabe arreglarlo todo, como si fuera Super Mario Bross, unos Braman con caceroladas desde los balcones, y los menos festivaleros se limitan a pedir por las redes, que se acabe su reinado y que haga las maletas, vamos, que ven el momento que estaban esperando para abolir la monarquía y hasta se creen el mismísimo Robespierre porque ven que su discurso ha ganado unos cuantos likes brillando en su pantalla del móvil.
Otros, en cambio, ven en él, como al héroe al que todos necesitan asir su mano para ser salvados de cualquier desgracia, cuando la baraja pinta en bastos. Vamos, algo así como un Supermán, Spider o un Capitán América a la española.
Estos últimos, no paran de pedir que en su calidad de Jefe de Estado, levante sus reales posaderas del trono, esgrima el cetro y dando un "cetrazo" en la "Mesa Redonda" emulando al Rey Arturo, llame "A Capítulo" tanto a este Gobierno de coalición Sánchez e Iglesias, como a la Oposición Casado, Abascal y Lady Arrimadas. Y que tanto a estos "Caballeros" como a la "Dama" les haga entrar en vereda, les obligue a jurar sus espadas y que juntos salven al reino de España, que para eso se les nombró caballeros, pero que muevan silla presto, que ni estamos en Cámelot, ni esto es ningún cuento de caballerías, tenemos un enemigo muy real, con corona y todo, se llama Coronavirus y está diezmando a nuestra gente.
De momento y como en todas las luchas y guerras a través de la Historia, siempre acaba siendo el pueblo llano, quien armado de palos, horcas, aperos...y ahora mascarillas caseras y epis con bolsas de basura y mucha solidaridad, son los que siempre acaban siendo nuestros verdaderos salvadores, enfrentándose al enemigo en primera línea de batalla.
Sean todos ellos loados y aplaudidos con todas nuestras fuerzas, pues para qué queremos caballeros si ya tenemos héroes. -
No somos héroes
No somos héroes y no queremos serlo. No tenemos súper poderes que nos protejan de la fatiga, del cansancio y de la frustración. No tenemos una capa que nos aísle del miedo, de la impotencia y la rabia. No tenemos una traje hecho por el profesor X que nos hace inmunes a los pérfidos virus, incluso al último súper villano, el coronavirus Covid-19.
Solo somos personas que un día decidimos estudiar una carrera, una FP (como se decía antes) sanitaria... y nos inscribimos en una bolsa de empleo de un hospital. Solo somos personas con los mismos miedos, incertidumbres y desazones que tú y cualquier otro ciudadano. Lloramos cuando tenemos miedo (y estas semanas lo tenemos), maldecimos cuando vemos una injusticia, a la par que corremos, luchamos y nos apoyamos cuando se nos hunde nuestro mundo, nuestro entorno, nuestro hospital.
Nos somos héroes, solo somos trabajadores que llevamos muchos años quejándonos de las consecuencias de los recortes en sanidad. Diciendo que esos recortes traían más listas de esperas, porque con menos plantilla no se puede atender a más pacientes, porque nuestras manos llegaban hasta donde llegaban. Porque aunque entre todos intentásemos suplir las carencias que nos iban desde las direcciones generando, teníamos un límite físico y profesional.
Y claro, cuando estos recortes sufridos y padecidos desde hace más de una década se encuentran con una crisis sanitaria como la actual se nos ven todas las costuras. Acabamos pidiendo caridad, usando a los amigos y conocidos (nunca os lo podremos agradecer lo suficiente) para que nos hagan unas batas impermeables o nos cedan sus gafas protectoras. Porque la Administración Pública en sus infinitos recortes, nunca tuvo dinero para prever que lo necesitáramos. Claro, justo había para pagar lo básico y lo que se rompía casi nunca se reparaba.
Y esto es lo más triste, lo que demuestra que se nos dejó sin amparo y solo la solidaridad nos está ayudando a salvar la situación.
Porque yo he llorado de frustración y me he peleado contra molinos de viento, a sabiendas que tenía la batalla perdida, como cualquier otro Quijote con bata blanca. Porque en los próximos presupuestos nos volverán a recortar el presupuesto, o ignorarán, por enésima vez, nuestras demandas en las reuniones con las direcciones, bajo los sabidos mantras de: “este año no toca” (como todos), o “este año hay que priorizar otros servicios” (¿y esos cuáles son?).
Por eso, no queremos que se nos romantice con el discurso de héroes desde la misma clase política que hasta hace unos escasos meses nos seguía negando el pan y la sal.
Porque así, mientras se nos categoriza como héroes, se distrae la atención de la verdadera realidad, de que se nos abandonó durante años de forma sistemática y ahora han quedado a la luz las enormes carencias de “la mejor sanidad del mundo”. De esa sanidad que era “la envidia de Europa”, pero no tenemos ni mascarillas quirúrgicas de repuesto en los centros y tenemos que lavarlas todos los días y usarlas al día siguiente, contraviniendo todos los protocoles existentes, con el consiguiente riesgo para nosotros y para los pacientes.
Ningún profesional sanitario queremos ser un héroe, solo queremos trabajar con dignidad, por respeto a nuestra profesión, por el bien de la comunidad y sobre todo por tu salud.
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Autónomos, obligación de cotizar y cese...
Autónomos, obligación de cotizar y cese de actividad durante la pandemia de covid-19. Análisis crítico
Tras decretarse el estado de alarma por el Gobierno, se dicta el RD-Ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19 que, en lo que a los trabajadores por cuenta propia se refiere, establece una prestación extraordinaria por cese de actividad que importa el 70% de su base reguladora, y el tiempo del percibo de la prestación se entiende como cotizado, quedando exonerados de abonar la cuota mensual. Esto únicamente para los autónomos cuyas actividades quedan expresamente suspendidas durante el estado de alarma.
A modo de ejemplo, por citar algunos significativos, se trata de trabajadores por cuenta propia que prestan sus servicios en restaurantes, bares, cafeterías, teatros, cines, gimnasios. El resto de autónomos, para tener derecho a esa prestación por cese de actividad, deben acreditar que su facturación, en el mes anterior a la solicitud de la misma, se vea reducida al menos en un 75% en relación con el promedio de facturación del semestre anterior.
Esta prestación sólo tiene duración de un mes o hasta que finalice el estado de alarma. La cuestión es ¿quiénes y cuántos autónomos van a poder trabajar y recibir a su clientela durante el estado de alarma, cuando las autoridades sanitarias están ordenando que cese todo contacto físico entre personas, en evitación de contagios? Resulta patente, además, que los locales comerciales deben permanecer cerrados al público.
¿Cómo trabaja un autónomo en una población con importantes restricciones en el transporte público y privado y en la movilidad de personas?, ¿o con falta de suministros que le impidan el desarrollo ordinario de su actividad, en un contexto de aislamiento preventivo decretado por las autoridades sanitarias?
Los pequeños negocios, tiendas y oficinas de todo tipo van a correr un grave peligro de supervivencia.
En mi humilde opinión, el Gobierno del Estado y también los de las CCAA se encuentran obligados a un esfuerzo mayor con este colectivo de trabajadores.
La prestación por cese de actividad temporal no es tan extraordinaria. Ya se encontraba regulada, ciertamente como cobertura voluntaria, en nuestra Ley General de Seguridad Social.
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Gracias
Desde el confinamiento al que estamos sometidos por este virus asesino, quiero dar las gracias.
A los que se quedan en casa.
A los servicios de limpieza de las ciudades y pueblos.
A los que se quedan en casa.
A. TODOS los trabajadores de residencias geriatricas, que se la juegan a diario.
A los que se quedan en casa.
A los voluntarios de protección civil.
A los que se quedan en casa.
A las fuerzas de seguridad (a todos los cuerpos), que se la juegan a diario.
A los que se quedan en casa.
A celadores, auxiliares, enfermeras, médicos y resto de personal de los hospitales públicos que están dando ejemplo de profesionalidad y sacrificio.
A los que se quedan en casa.
A mi vecino del edificio de enfrente que nos anima todos los días varias veces con su música.
A los que se quedan en casa.
A los conductores de autobús y taxistas.
A los que se quedan en casa.
A todos los empleados de tiendas y supermercados.
A los que se quedan en casa.
A los camioneros que transportan los productos que necesitamos.
A los que se quedan en casa.
A los que cosen mascarillas.
A los que se quedan en casa.
A los que donan productos que son imprescindibles en los hospitales.
A los que se quedan en casa.
A los que difunden sus canciones, poemas o chistes por las redes para ayudar a mantener el ánimo.
A los que se quedan en casa.
A los que NO reenvían cadenas que sólo auguran el apocalipsis o desinforman con recetas pseudocientíficas que no hacen más que daño.
A los que se quedan en casa.
A los conductores de ambulancias.
A los que se quedan en casa.
A los que trabajan de ayuda a domicilo, cuidando a nuestros mayores.
A los que se quedan. en casa.
A los medios de comunicación que nos mantienen razonablemente informados.
A los que se quedan en casa.
Seguro que se me olvida alguien. Que me perdonen.
El orden de esta lista es aleatorio. No está ordenada por importancia. Todos y cada uno son importantísimos.
Y por si no lo había dicho:
GRACIAS POR QUEDAROS EN CASA. -
Universitarias
Hasta no hace muchas décadas, la universidad era cosa de hombres, como aquel coñac que se anunciaba en la televisión cuando no existía el botellón y la principal misión de las mujeres era proveer el bienestar de los maridos. Entre 1841 y 1846, Concepción Arenal asistió como oyente a la Facultad de Derecho de Madrid aunque tuvo que disfrazarse de hombre. En 1872, María Elena Maseras se convirtió en la primera mujer matriculada en una universidad española, la de Barcelona, para estudiar Medicina. Pudo hacerlo con un permiso especial del rey Amadeo de Saboya que solo la facultaba a cursar la carrera en régimen privado sin acudir a clase.
Tres años más tarde, consiguió ser oficialmente admitida en un aula universitaria ocupando un asiento especial junto al profesor, separada de sus compañeros. En 1878, obtuvo el título pero este no la capacitaba para ejercer la Medicina. Hubo de esperar a 1882 para que el Ministerio de Instrucción Pública le concediese la habilitación. Por fin, el 8 de marzo de 1910, se aprobaba por ley la matriculación de alumnas en todos los centros docentes de España. Hasta esa fecha, treinta y seis mujeres habían finalizado sus licenciaturas de las que solo ocho alcanzaron el Doctorado.
Hoy día, la realidad es otra bien diferente. Las mujeres son mayoría en la Universidad y con unos resultados académicos superiores a los de los hombres. Y, ahora, igual ellos que ellas
llegan de madrugada a casa repletos de sustancias tanto etílicas como de otro género. Sin embargo, esa mayoría femenina no se da en las carreras técnicas y científicas donde predominan los hombres. ¿A qué es debido? ¿A que todavía perdura el manido estereotipo de que existen ciertas profesiones asociadas al rol femenino y, por ello, las mujeres desechan las carreras técnicas? ¿O se debe a diferencias psicológicas entre ambos sexos y las mujeres se sienten naturalmente atraídas por ciertos estudios y trabajos con una remuneración, dicho sea de paso, mucho menor, mientras que los hombres se inclinan hacia otros? No es cierto que a las mujeres se les den peor las disciplinas técnicas; aquellas que las siguen obtienen, en general, mejores calificaciones que los hombres. Hay suficientes argumentos para defender ambas posturas. Lo importante es asegurar que unas y otros, dentro de su libertad y en igualdad de oportunidades, estudien lo que deseen sin trabas ni convencionalismos sociales, económicos o sexistas. -
¿Qué tapan las banderas?
En La Habana, la capital de Cuba, hay una plaza denominada de Las Banderas. Cuando yo la vi sólo había mástiles, pero me dijeron que allí se ponían las banderas de todos los países, o casi todos, del mundo.
Bueno, una bonita iniciativa. Luego supe la verdad. La plaza está justo delante de un edificio que pertenece a Estados Unidos y en cuya fachada pusieron un cartel luminoso en el que se iba informando a los cubanos de las numerosas injusticias que cometía su gobierno castrista. Como no podían poner un trapo que lo tapara, pusieron numerosos trapos; cientos
de banderas de mástiles altísimos que taparan la información. Estados Unidos quitó el cartel y se quedaron los mástiles vacíos.El ínclito Suso (exalcalde de Alcañiz) se gastó un pastizal en poner una bandera de España. Me pareció muy mal y lo hice saber en este mismo espacio. Quien quiera una bandera que se la pague. Y puse una bandera de España en mi balcón (que la KGB alcañizana se encargó incluso de medir para deducir lo “facha” que era). Ahora, en un concurso de a ver quién la tiene más grande, se ha colocado en el mismo mástil una feminista, de un tamaño aparentemente semejante.
Si se ha hecho con dinero público me parece más indignante que la decisión del ínclito Suso. Alguien dirá que ha costado mucho menos dinero, pero mentirá. Porque con el dinero gastado por el ínclito Suso se hizo la base, se puso el mástil, se talaron unos árboles y se armó el sistema de izado y arriado. Lo mismo que se ha utilizado para la bandera
feminista. Por lo tanto ha costado al menos lo mismo. Me cabe la esperanza de que la hayan pagado las feministas.Ahora unas preguntas: ¿Se izará también la bandera de los jubilados?, ¿la de los alcañizanos por las calles limpias?, ¿la del engaño del hospital?, ¿la de la 232?, ¿la de las patrullas de la Policía Municipal?, ¿la de la industrialización de Alcañiz?, ¿la del olvido de los afectados del Corcho?, ¿la de los jardines abandonados?, ¿la del orgullo de los políticos liberados?,... ¿o a para ellos sólo habrá placa?, ¿o tampoco eso?
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Una meta demasiado cercana
Cristina Marín Chaves. Geóloga/petróloga especialista en Ciencias del Patrimonio.
Llevo meses interesada, apoyando, aportando y trabajando, desde mi rincón del planeta, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda 2030 de la ONU. Sí ese circulito tan mono de colores que los políticos se cuelgan en forma de pin para dar ruedas de prensa. Me los he leído de cabo a rabo y me suscitan ciertas dudas, la primera de todas es si los mismos políticos de solapa decorada se los creen.
Es una declaración de estupendas intenciones a muy muy corto plazo. Y ahí radica principalmente el problema ¿de verdad se piensan que en menos de diez años van a transformar las sociedades, políticas, nuestros modos de vida, en definitiva, la Humanidad, para conseguir esos objetivos? ¿No se dan cuenta de que proponen un cambio tan radical que dejaría en juego de niños las revoluciones rusa o francesa? ¿No se dan cuenta de que es demasiado tarde?
Pero lo peor de todo es que son necesarios. Tan necesarios como vanas las cumbres que se organizan en torno a ellos. Se están convirtiendo en una estrategia de marketing a escala de grandes empresas, colectivos y gobiernos a costa de colgarse medallas por unos retos que les importan bien poco.
Porque, a ver, ¿Cómo podemos entender que el objetivo número 1 sea el fin de la pobreza y que sea la mayor entidad financiera aragonesa, la misma que sigue desahuciando, despidiendo, cerrando oficinas y dejando al medio rural sin efectivo, sea esa, digo, la que va adornando instituciones con enormes cubos de colores de los ODS? Sí, esos mismos que hablan de trabajo decente y crecimiento económico (8), reducción de las desigualdades (10), ciudades y comunidades sostenibles (11) o paz, justicia e instituciones sólidas (12).
Por no hablar de los objetivos 5, igualdad de género, y 13, acción por el clima. Mucho tenemos que trabajar aún en el primero para lograr esa igualdad efectiva en todos los aspectos incluso en el de nuestro propio derecho a la vida, #nosqueremosvivas, que representamos más del 50% de la población mundial, pero seguimos viviendo bajo unos esquemas patriarcales arcaicos. A todos los niveles, desde el ámbito doméstico a la esfera pública. Es lamentable que necesitemos aún tantos #8M…
En cuanto al 13, acción por el clima vamos tarde, muy tarde. Este planeta ya no espera. Lleva muchos años, décadas, avisando. Y le da lo mismo que fracase la cumbre de Madrid y que se inventen otra costosísima en otra parte del mundo adonde acudirán los líderes políticos y no políticos a discutir mucho y quedarse en nada. Y así una y otra vez. Eso sí, con sus pines de colores en la solapa.
Pero si, como decía el tango, veinte años no es nada, diez para cambiar el planeta, mucho menos. No podemos perder más tiempo. No lo tenemos.
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A borbotones... enfermedades raras 29-F
Vuelve a ser 29 de febrero día que solo sucede cada 4 años , es un día “raro” como raras son las enfermedades que padecen muchísimas personas, enfermedades huérfanas, son llamadas así por que no se les presta atención por parte de las farmacéuticas ya que alcanzan a poca gente y no les sale a cuenta.
Hoy me gustaría copiar un texto que escribió una de esas personas, concretamente Lucia R. S. sufre Neurofibromatosis. Y desde aquí os animo a que colaboréis con esta FUNDACIÓN o con cualquier otra esto que nos pasa de cerca a unos también os puede pasar a otros FUNDACION PROYECTO NERUROFIBROMATOSIS entra y colabora.
http://fundacionproyectonf.es/colabora-con-nosotros/
Solo os costara unos minutos leerlo y de verdad merece la pena, Yo solo puedo hablar como familiar, pero esto es en primera persona, algunos os sentiréis
reconocidos.Soy un X-Men
“Tengo una enfermedad rara, y sí, digo rara y no poco común porque no creo que ser raro sea algo negativo, además, ¿Por qué usar la definición cuando puedo usar la palabra correcta?
Las personas como yo, con malformaciones físicas que se salen de lo común, tenemos que soportar a diario las miradas curiosas, muchas de ellas de asco o morbo, de las personas que, con muy poca delicadeza, pueden pasarse los 20 minutos o más de viaje en metro con la mirada clavada sobre ti. Lo entiendo, el ser humano es curioso por naturaleza y debe ser así, ya que eso es lo que nos hace evolucionar, pero una cosa es curiosidad y otra morbo. Lo peor de todo es que, cuando les explicas a tus familiares y amigos lo incomodo y doloroso que es, te dicen que: ”es normal, no les hagas caso, que miren, tú ve a lo tuyo”.
Qué fácil es hablar, me gustaría saber que sienten ellos al aguantar la mirada fija con cara de morbo, como si estuvieran en un circo de "freaks", de algunos viajeros durante todo un trayecto de metro. Porque, ¿A quién no le molesta que un desconocido se le quede mirando fijamente durante minutos? Esas miradas se suceden una tras otra conforme vas cambiando de lugar, la calle, la panadería, una sala de espera... Ves algún codazo porque un amigo avisa a otro para que mire o la frasecita en el oído y posterior giro con mirada de sorpresa y respuesta, también en el oído.
Yo tengo que entender que el mundo se sorprenda por mi aspecto, pero ellos no tienen porque entender que a mí me pueda molestar o doler esas miradas diarias y continuas desde que sales de la puerta de tu casa.
Lo que no sabe toda esa gente es que somos superhéroes, sí, lo somos, superamos situaciones que la mayoría de las personas no soportarían. Sí, somos como los superhéroes de un comic de Marvel, padecemos de una mutación genética que nos provoca la enfermedad, así que somos mutantes, somos X-men.
Nuestros poderes no son tan espectaculares como los de un personaje de comic, pero salimos todos los días a la calle con una sonrisa y hacemos una vida lo más normal posible pese a las dificultades que sufrimos.
El rechazo de la sociedad en general es cruel, somos personas con sentimientos, yo no elegí esto, igual que vosotros no elegisteis ser rubios, bajitos o calvos.
Hay muchas más dificultades en las que no voy a entrar, solo os quiero pedir una cosa: Si alguna vez os cruzáis con un mutante como yo y no podéis evitar mirarle porque tenéis curiosidad, sonreírle cuando crucéis la mirada, pero no con pena o compasión, si no con complicidad y amabilidad, y luego seguid a lo vuestro, nosotros entendemos que no podéis evitar mirar.
Y pensad que ser raro o diferente no es malo, la diversidad es riqueza. Y hablando de riqueza, la riqueza personal y humana que me ha dado el tener una enfermedad rara no tiene precio.
Y a vosotros, los que sois como yo: SOMOS SUPERHÉROES, NO LO OLVIDÉIS NUNCA”
“Solo los débiles son crueles. La dulzura sólo puede esperarse de los fuertes”
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Fuma con responsabilidad
Todos tenemos claro que el tabaco es perjudicial para la salud, pero cuando hablamos de casas de apuestas, nos dicen; “juega con responsabilidad”.
¿Es imaginable que nos dijesen: “fuma con responsabilidad”?
La lacra de las casas de apuestas, de una forma sutil y con una visión amable, se están instalando en nuestros barrios, en nuestros móviles y en nuestras vidas. Para hacernos adictos y generar graves problemas no solo económicos, sino sociales, personales, laborales y de salud.
Esta lacra debe ser tratada desde las Administraciones Públicas con toda la seriedad que se merece y priorizando los intereses de protección de la ciudadanía y la prevención de los problemas de salud pública que genera, sobre los hipotéticos beneficios económicos que produce.
Así, inicialmente, debería ser una buena noticia que un Ministerio se dedique, casi en exclusiva, a atajar esta problemática social, que devasta vidas, futuros y crea miles de personas con problemas de juego patológico anualmente. Mientras los beneficios de estas empresas crecen de forma exponencial.
Pero no es suficiente, la sociedad no podemos permanecer al margen. No podemos ponernos de perfil, en consecuencia desde una acción basada en la conciencia del problema, en la sensibilización y el debate, debemos crear la presión social suficiente para denunciar las malas artes de estas empresas y a la par exigir que desde todas las Administraciones se tomen todas las medidas necesarias para sacar estos locales de nuestros barrios, de los anuncios y de los banner de las app que tenemos en el móvil.
En consecuencia, a medida que desenmascaremos a estas dudosas empresas, creemos más acciones y debate sobre sus prácticas y las terribles consecuencias del juego patológico y la sociedad de forma articulada, serena pero contundentemente nos posicionemos en contra. Aumentaremos la demanda para extirpar esta lacra, y evitaremos esos mensajes perniciosos de “juega con responsabilidad”. Porque lo realmente responsable es prohibir su publicidad, su instalación y perseguirlas hasta erradicarlas.
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Estaribel
Iván Redondo explica que el presidente al que asesora, es cómo un Fernando Alonso, puede ser el mejor piloto, pero si el equipo en carrera no es diligente, o los ingenieros no construyen un coche competitivo, perderá las carreras. Y el piloto no puede realizar todas las tareas, ni está preparado para formar en ellas a otras. Entender que la carrera es una tarea de equipo, es esencial para ganarla.
Luego distingue entre comunicación electoral, política y parlamentaria, lo que resulta inquietante, porque es tanto como decir, que lo que ofrece en campaña, es distinto de los que se debate en las cortes, y distinto de lo que finalmente hace con la población, con cada segmento diferenciado de ella. Así se afanan en aprobar la ley de eugenesia, que desencadenará robos de órganos, lo mismo que la ley de divorcio, desencadena robos de niñas y patrimonio que empequeñecen los genocidios históricos conocidos, en número de víctimas y exaltación de la tiranía.
No deja de estar imbuido de la grandeza con pies de plomo, y en esencia vadeándose entre juegos de suma cero, que no van más allá de apretar las tuercas, como en las negociaciones con la industria automovilística auxiliar, con quienes no tienen alternativas. Y a quienes no se ha procurado la educación como para no estar expuestos a tales maquinaciones, ni para que se les despierte la iniciativa con la que quitarse las anteojeras.
Otro gallo nos cantaría si despreciáramos la revolución industrial británica, como el Reino Unido ha despreciado a Europa. Porque como nos mostró Tolkien, los fuegos de la industria, sólo terminan por traer, armas e invasiones bárbaras. Y brujos manipuladores, que por detrás mueven los hilos, con pócimas mágicas y ungüentos, para hechizar y doblegar voluntades.
El progreso demanda, que el acceso a la función pública, requiera no menos de 15 años de experiencia en explotaciones agropecuarias, realizando personalmente las tareas en contacto con la tierra y el ganado, sin la menor sanción en el certificado de contaminación en los productos generados. Ya no digamos que se esfumen dos mil quinientos setenta millones de euros, como en un truco de Tamariz. ¡Tachán, han desaparecido! (Acompáñese con la simulación de tocar un violín, como Ara Malikian).
Mira, cariño, anularse por un hombre, anularse por una mujer, por una bandera, por una idea, por una droga, nunca acaba de ser un buen negocio, nunca (Marc Giró)
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Tierra quemada
“La política de tierra quemada es una táctica militar que consiste en destruir absolutamente todo lo que pueda ser de utilidad al enemigo cuando una fuerza avanza a través de un territorio o se retira de él. “
Después de una larga década de recortes; en prestaciones sociales, servicios sanitarios, educación, servicios sociales, etc., perdida de derechos laborales, de sustento social por parte del Estado, además de reformas económicas que han ahondando la brecha social entre ricos y pobres, parecería que la derecha ha dejado el Estado como si fuera tierra quemada y, por ende, sin esperanza de mejora en nuestras vidas. Para hacernos caer en el desánimo y “Abandonar toda esperanza, quienes aquí entráis” como glosa Dante.
Pero ante el infortunio, la desazón y los miles cantos de sirenas que nos susurraron que nos rindiéramos; luchamos, nos levantamos y peleamos porque nuestra voz fuera más fuerte que la tormenta perfecta que orquestaron y cuando ya parecía que no había esperanza seguimos remando en la deriva. Perseverando porque las razones seguían intactas para demostrarles que no fue una crisis, sino una estafa perfectamente dirigida. Que tenía el fin de hacernos más pobres, más débiles y sumisos, pero no calcularon que nunca nos íbamos a rendir, que hasta el último aliento que tuviéramos íbamos a pelear y solo nos detendríamos, nos detendremos, cuando recuperemos todos nuestros derechos, nuestra calidad de vida.
Y con la suma de todo nuestro coraje, nuestras ganas de defender nuestros derechos y sin rendirnos hemos llegado hasta aquí, con las pensiones revalorizadas,una subida del SMI y las nóminas a los funcionarios.
Aunque la derecha dejó el Estado quemado, que nadie dude; no vamos a flaquear, esto es solo el comienzo de nuestra era. Es el momento de recuperar todo lo perdido y de encarar el futuro con un optimismo que ya no recordamos desde hace más de una década.
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A borbotones... ¿Esto es lo que queremos?
Media España está convulsa y aterrorizada, la otra media esperanzada. No ha cambiado nada, no aprendemos nada, seguimos sin aprender por muchos planes educativos que haya.
Actualmente el panorama político está desquiciado, faltó de muchas habilidades, entre ellas honor, integridad, oratoria y EDUCACIÓN . Prima la descalificación , el insulto, el discurso bronco, agresiones verbales y la mala educación, sin asertividad.
Ha llegado una clase política que solo busca la confrontación y el discurso bronco, las “fakes” están a la orden del día, como se decía antaño: “difunde el rumor… que luego limpiar el daño no va ser gratuito”. Por desgracia esto está ocurriendo en todos los ámbitos, y gracias a internet permanece a perpetuidad. Y si no corregimos nuestras acciones nos las recuerdan constantemente dejándonos como mentirosos y en otras ocasiones con nuestro honor e integridad dañados.
¿Dónde están aquellos tiempos ? que era “aburrido” un debate de investidura ya que no había nada previsible ni se iban a sacar titulares espeluznantes. Donde las propuestas o los reproches en lo ejecutado o no era la cuestión.
Donde esta el honor de nuestros políticos que falsifican titulaciones para engrosar su curriculum, y ni siquiera se avergüenzan y no rectifican, como van a dimitir solo esperan a que las noticias se diluyan. Recuerdo ahora con nostalgia a un político Roca i Junyent padre de la Constitución y un gran orador (un tocho para mí en aquella época) correcto y culto y con una retórica envidiable. Como lo echo de menos actualmente. Por más gritos : de Viva el rey o Viva España, asesino, felón, y numerosos insultos escondidos en palabras más o menos cultas, no denotan más patriotismo o intención de solucionar los problemas de nuestro país, para mi solo demuestran falta de inteligencia, ordinariez y chabacanería, parecen “chonis y chulos de barrio”, perdón por la expresión pero me recuerdan a otros tiempos donde en España no se podía estudiar y carecíamos de medios para aprender y para expresarnos. Así no se quiere a España es como a esas mujeres que se las agrede y maltrata y luego se las dice cariño yo te quiero... no me quieras tanto pero quiéreme bien.
Estamos normalizando este discurso en el día a día desde los medios de comunicación a nuestro entorno, la educación y la corrección ya no importa mientras a mi se me oiga más y mas alto. Esto NO es NORMAL!!!. El insulto es el arma del ignorante para defender su incapacidad para dialogar.
No hace falta que nos retrotraigamos a Góngora, o con la ironía de Quevedo… o a la prosa de Garcilaso, pero esto se va de madre, y esta haciendo mella en la sociedad.
No hace falta tener un título universitario, para hacer lo correcto, se llama sentido común y educación pero parece que los políticos lo han olvidado. La educación no cambia al mundo pero si cambia a las personas que van a cambiarlo.
Recordáis cuando algunos de cierta edad erais pequeños , por que yo si, mi padre solo fue 1 año a la escuela tenia que trabajar ya con 7 años, pero cuando yo era mas o menos de esa edad había días que al llegar a casa, me hacia salir a la calle, me decía “vuelve a entrar” yo me quedaba fuera pensando ¿Que he hecho? Con mas o menos premura volvía a entrar y decía “ Buenos días” entonces el sonreía y decía que sea la ultima vez. Y así innumerables correcciones, como el tuteo etc.
Hoy en día permitimos a neutros hijos cualquier disparate, por que es la forma coloquial de hablar pero lo imperdonable es que no saben cuando hay que modificarlo... Ellos no tenían estudios pero si educación y sentido común, no quiero llegar a pensar que hubiera sido de muchos de ellos si hubiesen tenido la oportunidad de instruirse...pero entonces solo estudiaban los ricos...
Yo no tengo estudios, soy disléxica al leer, y me esfuerzo no podéis imaginar cuánto, cada vez que intento hacer un escrito, para intentar que esté correctamente escrito, su redacción, sus faltas de ortografía sus signos de puntuación. Ojalá hubiese podido tener la preparación necesaria para sentirme orgullosa y segura...
Conozco mis limitaciones pero me gusta expresarme y aquí puedo, gracias a la libertad de expresión que ampara la constitución puedo expresar libremente (con educación) mis pensamientos por muy “rojos” que sean, lo mismo que lo hacen los “fachas” … pero recordad los que me estáis leyendo que hace unos años por muy educados que fueran los textos , media España no tenía el derecho a expresarse, su boca estaba cerrada e incluso morían por decir lo que pensaban.
Hemos de aprender a escuchar sin perder la calma ni la autoestima.
Solo un pequeña reflexión, Estamos ya en el primer cuarto de siglo XXI .. no hemos aprendido nada, los políticos son un reflejo de nuestra sociedad…. Una sociedad crispada ¿Esto es lo que queremos?
YO NO.
“La educación es el arma más poderosa para cambiar al mundo”. Madiba.
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El voto de Teruel Existe
Ha sido sorprendente el revuelo que ha armado el voto del diputado de Teruel Existe. Parecía que sólo él tuviera derecho al voto.
En su campaña electoral lo dejaron claro. Darían su voto a quien pudiera gobernar. Sin más escrúpulos (según la primera acepción de la RAE). Lo han hecho. Quizás en el resto de España no conocían su programa electoral y allí están con los boicots al pernil.
Los favorecidos por el voto de Teruel Existe claman por la libertad y denuncian la persecución. Correcto.
Nadie debería olvidar que si hubiera ganado Vox también le hubieran apoyado (así lo dijeron en la campaña electoral), por lo tanto es justo que quienes les persiguen recuerden que les podrían haber apoyado y quienes les defienden ahora, que lo hagan con el mismo entusiasmo cuando su voto en un futuro lo puedan dar a Vox.
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Aquellos juegos
Las muñecas de Famosa ya no se dirigen al portal –las pobres, al fin, pueden descansar de tan largas caminatas- ni se acepta pulpo como animal de compañía. Lo cierto es que estas Navidades no se han anunciado juguetes en las televisiones. Ni casi turrones. En cambio, nos han ametrallado con colonias y, dado el oraje de esta estación del año, también, con antigripales.
Tal vez sea debido a que los niños actuales han desertado de los juguetes de toda la vida y demandan, a Papá Noel y a los Reyes Magos artilugios de alta tecnología con los que no necesitan a nadie para distraerse. Los esparcimientos tradicionales han sido desterrados. ¿Se juega todavía a las canicas? ¿Y a las muñecas? ¿Y a los indios? ¿Y a la goma? Hay que convenir que aquellos juegos presentaban una parte negativa pues resaltaban los roles masculinos y femeninos aunque, igualmente, había actividades que compartíamos unos y otras. Y con ellos pasábamos horas y horas en la calle disfrutando. Hoy, los juegos de pantalla han desplazado a los tradicionales que ya ni se conocen y se han convertido en piezas de museo.
Los tiempos han cambiado. En algunos aspectos, a peor. En las ciudades, no se puede jugar en la calle, como hacíamos en mi época, por la inseguridad y las vigentes formas de vida.
Y esta imposibilidad de espacios abiertos donde corretear junto al abuso de los juegos electrónicos llevan a la adicción hacia estos nuevos modos de pasar el tiempo -cada vez son más numerosos los casos que requieren tratamiento terapéutico-, incrementan el sedentarismo, con la obesidad consecuente, y originan individuos con dificultades para saber jugar en compañía.
Son jugadores solitarios incapaces de socializarse y relacionarse con otros niños y presentan limitaciones para desarrollar su creatividad e imaginación. Antes, había que obligarnos a volver a casa; ahora, sucede lo contrario; a las jóvenes generaciones hay que forzarlas a salir de su voluntaria reclusión lo que, en no pocas ocasiones, provoca reacciones violentas. Las modernas tecnologías nos aportan múltiples ventajas pero, como en todo, es preciso hacer de ellas un uso responsable y sano, de lo contrario, nos veremos precisados a hacer frente, en un futuro no muy lejano, a graves problemas conductuales. Como decía Pitágoras, filósofo y matemático griego del siglo V antes de Cristo: “Educa al niño de hoy y no castigarás al hombre de mañana”.
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Tolerancia y Urbanidad
Dicen que en España no sabemos lo que es la tolerancia, que debemos aprender de otros países, por ejemplo, de algunos países europeos, que se supone más evolucionados que el nuestro.
Pues bien, ese pensamiento se paseaba por mi cabeza esta misma noche mientras, camino a los contenedores y cargada con mis dos bolsas de basura ordinarias, una de "inclasificables al verde" y otra de "reciclados al amarillo" porque "el orgánico" lo guardamos para el huerto y el "papel y vidrio" lo dejamos aparte y cuando hay mucho lo acarreamos en viaje motorizado...a pesar de, por otro lado, incurrir en contaminación por diésel (que santa Greta nos perdone).
Sigo,...mientras, cargada como digo, en mi camino y viendo a mis pies, tirados por el suelo botellines de plástico, bolsas comerciales, envoltorios y papeles por doquier; como una ingénua y porque me quemaba la vista al ver todo eso por allí, he tenido a bien irme agachando, a pesar de la lumbalgia que los años de trabajo y la edad han dejado como firma testimonial en mi sufrida espalda, e ir recogiendo basuras cual si fuera una inocente jovenzuela con trenzas y cestita, como Caperucita, en bucólica salida por el bosque en temporada de níscalos.Y no solo eso, también mi cabreado pensamiento andaba maldiciendo el proceder de dos guarros energúmenos que, precediéndome en el trayecto, iban arrojando lapos sin un mínimo de pudor mientras intercambiaban entre ellos frases y palabras que rozaban el nivel de decibelios permitidos, y que, a pesar de mi diagnosticada hipoacusia oía perfectamente, pero que por mi escaso conocimiento políglota, a pesar de mis cursos de francés en el bachillerato y algún qué otro de inglés, ya de más adulta, no lograba descifrar ni traducir, pero seguro que el tema no trataba de respeto, ni de higiene urbana, doy fe de ello.
Estoy segura, que en ninguno de los países europeos con que comenzaba este relato, tendrían la "tolerancia" ante la poca urbanidad y la suciedad que se consiente en el nuestro. Y que a esos dos energúmenos como describo, les habrían tapado la boca con una hoja de diligencia en papel en el que estuviera impreso el importe de una buena multa, antes de arrojar su inmundicia al suelo.
Insisto, aquí sí somos tolerantes. Demasiado, diría yo.