-
Respeto
Otro año ha pasado. Un año más a las espaldas y uno menos por delante. Un año cargado de propósitos que, como casi siempre, se quedarán por el camino. Envejecemos. Es ley de vida.
Afortunados los que podemos ir arrancando las hojas del calendario. La alternativa no resulta muy halagüeña. Nuestro Año Nuevo empieza el 1 de enero, sin embargo, no en todas partes ni siempre es ni ha sido así. En China y otros países orientales, el inicio del año varía, según los ciclos lunares, entre finales de enero y principios de febrero. El 2025 recae el 29 de enero. Nos regimos por el calendario romano, implantado el 46 antes de Cristo por Julio Cesar, que fijó el comienzo de año el primero de enero. Este calendario siguió vigente en el ámbito cristiano si bien la fecha de Año Nuevo se la hizo coincidir con diversas solemnidades litúrgicas, como el 25 de marzo y el 25 de diciembre, festividades respectivas de la Encarnación y Natividad de Jesús. A partir de la reforma gregoriana de 1582, el 1 de enero fue adoptándose paulatinamente como arranque de referencia del año civil.
Occidente bebe de las fuentes judeocristiana y grecorromana que, a lo largo de centurias, han ido conformando nuestra civilización. No faltan quienes repudian dicho legado y pretenden desprendernos de él. El filósofo Gustavo Bueno se definía como un ateo católico; su ateísmo esencial no le llevaba a renegar del contexto cultural católico en el que había nacido. La religión católica molesta; no es algo nuevo. Decía Agustín de Foxá que los españoles habíamos ido siempre detrás de los curas, bien con cirios o bien con palos. En el presente, no se va ni con los unos ni con los otros. En España no se ha vuelto a la quema de templos como en épocas anteriores, hoy reivindicadas, pero los sentimientos católicos se ven atacados con una virulencia no empleada contra otros credos que responden a los agravios con atentados, como ya ha sucedido en otros países.
Valientes cuando no corren riesgos, saben bien elegir el objetivo de sus invectivas. Se amparan en la libertad de expresión para burlarse de creencias que no comparten e insultar a los que se sienten ofendidos y protestan, tildándoles de ultras y sembradores de odio. Obviamente, cada uno es libre de manifestar irreverencias e improperios. Pero no en medios públicos pagados por todos. Y esa misma libertad de expresión que reclaman para sí deben admitirla para quienes no piensan igual.
El respeto al ejercicio de la libertad exige reciprocidad. Con demasiada frecuencia, desestimamos las palabras de Mahatma Gandhi: “Respeta para que te respeten”.
-
¿Arte o mofa?
Se dice que los dioses vuelven locos a quienes quieren destruir. No sé si serán los dioses o las élites y agendas que, más que gobernarnos, nos manipulan y manejan las que quieren demoler y cambiar el mundo actual que, como en el título de la película de 1963, está “loco, loco, loco, loco”. Un mundo al revés y cada vez más ignorante y adocenado. Este desquiciamiento se da en todos los órdenes, incluido el artístico. Hace unas semanas, en una subasta en Nueva York, un plátano pegado con cinta adhesiva a una pared alcanzó una suma cercana a los 6 millones de euros; el adquirente, un inversor chino en criptomonedas, prometió comérselo. El precio de la fruta toca las nubes pero el de esta banana ha batido el record. En 2021, en Milán, se vendió una escultura invisible por casi 28.000 euros. Como prueba de su existencia se emitió un certificado de garantía, lo único palpable en el despropósito.
En 2015, una limpiadora de un museo de Milán “destruyó”, cual pérfida talibana, el trabajo plástico de dos autoras vanguardistas que pretendía representar el hedonismo y la corrupción política de los años 80. La composición consistía en una serie de botellas de champán, confeti y desperdicios de una fiesta desparramados por el suelo; la buena señora o señorita los confundió con restos reales de un sarao y, ni corta ni perezosa, los metió en bolsas y los depositó en el correspondiente contenedor. Igual que en chiste, el personal de limpieza de las galerías de arte contemporáneo, antes de empezar sus tareas y tirar algo, en caso de duda, deberían preguntar si la cosa es basura o arte, como en el concurso televisivo. Algo parecido me sucedió en el Museo Reina Sofía de Madrid.
En el recorrido, se entraba en una sala repleta de trastos y paquetes por medio precisando sortearlos para atravesarla. Me sentí gratamente sorprendido, mi casa era una obra de arte sin yo saberlo.
Desde el siglo XIX, el arte reinterpreta, replantea y rechaza los valores estéticos tradicionales y busca nuevas formas de expresión que despierten y transmitan sensaciones y emociones al espectador. Pero no todo lo que se pinta o esculpe es arte. A menudo, se nos ofrecen auténticas patochadas, presentándonoslas como creaciones de un significado tan elevado y sublime que resultan incomprensibles para la inmensa masa acrítica y sin educación. Sin embargo, encuentran aplausos y paganos; y no solo particulares que allá con sus gustos y su dinero. Lo bochornoso es que una institución pública española como el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas gaste, entre 2018 y 2023, casi 3 millones de euros en este tipo de compras y eventos.
-
El agua, vida y muerte
Había que dejar que el agua corriera libremente por sus cauces naturales y el agua corrió desbocada hacia el mar. Los ríos y barrancos se desbordaron y anegaron numerosas poblaciones sembrando la muerte y la destrucción. La riada arrastró los negocios, trabajos y esfuerzos y el futuro de muchas personas. Y lo más grave, más de doscientas vidas. Estas lluvias torrenciales causantes de avenidas e inundaciones en la cuenca mediterránea no son nuevas. Vienen de lejos. Están documentadas desde siglos, cuando el cambio climático no se debía a la acción humana. La reciente desgracia ha sido histórica y la demostración de que elegimos a dirigentes incompetentes, movidos por la ideología y el sectarismo y que no miran más allá de las siguientes elecciones. Además, se rodean de colaboradores todavía más mediocres para que no les hagan sombra y nombran a los cargos políticos y técnicos con criterios de amistad y no de capacidad y aptitud.
Las DANAS, como se llama ahora a estos fenómenos atmosféricos, se generan regularmente y son conocidos de sobra sus efectos dañinos e inevitables. ¿Por qué no se toman medidas y se levantan infraestructuras para intentar paliarlos? El genial Antonio Mingote -hijo de un darocense y cuya infancia transcurrió en esta ciudad, en Calatayud y en Teruel- publicó en 1982, tras la pantanada de Tous (Valencia), un chiste que, a pesar del tiempo transcurrido, tiene plena actualidad.
En la viñeta, se ve a dos hombres contemplando los estragos provocados por la rotura de la presa y uno le dice al otro: “Estas catástrofes sólo se producen cada veinte años, así que hasta dentro de veinte años, no tenemos porqué pensar en lo que podemos hacer para prevenirlas”.
Triste realidad. Se han destruido presas y diques y dejado de construir otros y se ha prohibido la limpieza y ampliación de los cauces de los barrancos. Incluso se multa por cortar las cañas. Todo ello ha impedido mitigar el desastre. Las administraciones implicadas, la Generalidad Valenciana, el Ministerio de Transición Ecológica, la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Agencia Española de Meteorología (AEMET), carentes de la más mínima empatía hacia las víctimas, se lavan las manos y se echan la culpa unas a otras contradiciéndose en sus declaraciones. Ha habido negligencia, omisión y descoordinación antes, durante y después de la tragedia. Los gobernantes autonómicos se han mostrado ineficaces en los momentos cruciales, no estaban donde debían estar y han reaccionado tarde y mal. Las autoridades estatales no han dado la cara y han huido cobardemente o desaparecido; y han demorado la activación de los recursos del Estado para auxiliar a los damnificados y escamoteado las ayudas económicas. Han aceptado la cooperación extranjera después de dos semanas. Aparte, la patulea sin escrúpulos que, no respetando el dolor ajeno, se ha aplicado al pillaje de lo que se había salvado. Solo los innumerables voluntarios han acreditado su categoría humana y solidaridad al acudir de inmediato a los lugares devastados ante la ausencia, en los primeros momentos, de los organismos públicos. Pero nadie asume responsabilidades ni dimite.
-
Con dinero o sin dinero
Como ya se anunciaba en la zarzuela “La verbena de la Paloma”, las ciencias adelantan que es una barbaridad. Gracias a los avances técnicos de la era digital que disfrutamos -o sufrimos- se va extendiendo la costumbre, y no sólo entre los jóvenes, de pagar por medio de la tarjeta, el teléfono o el reloj, aunque sean cantidades ridículas. El dinero en metálico casi ya no se utiliza en la mayoría de países europeos y, aquí, seguimos por idéntico camino. La pandemia aceleró esta nueva forma de comprar, mucho más cómoda que trajinar con monedas y billetes. Tiene ventajas y también inconvenientes como su dependencia de la tecnología y del acceso a internet. El fallo de una u otro, imposibilita los desembolsos sin efectivo. Asimismo, al facilitar nuestros datos personales y financieros, corremos el riesgo, a pesar de las medidas de seguridad, de ser víctimas de la piratería y de otros tipos de fraude. De hecho, los delitos cibernéticos son los que más han crecido últimamente.
Y los bancos, encantados con esta tendencia. Criticamos su avidez pecuniaria y su lucro exorbitante, pero al pagar con dinero de plástico contribuimos a engrosar sus beneficios. De todas las operaciones realizadas, perciben de los establecimientos una comisión media del 0,3%. Unos 30 céntimos por cada 100 € es un porcentaje muy bajo, sin embargo, al cabo del año, supone unos ingresos millonarios. Algunos comercios no admiten o fijan un mínimo para cobrar electrónicamente.
La banca nos “obliga” a sacar dinero de los cajeros –a menudo, averiados- lo que hace innecesarias muchas sucursales. ¿Cuántas se han cerrado? Y ¿cuántos de sus trabajadores han sido prejubilados o despedidos? Igual sucede con el autoservicio en las gasolineras o las cajas de autopago de grandes superficies y supermercados. Evitamos las colas y ahorramos tiempo pero estamos ayudando a que se eliminen puestos de trabajo y a recortar las cotizaciones a la Seguridad Social.
La banca no es la única contraria a los pagos en metálico. Coinciden con ella, las élites políticas y globalistas que nos tutelan. El euro digital ya está en marcha. Nos mostramos muy celosos de nuestra privacidad y, al mismo tiempo, la transferimos sin pudor, propiciando el control y manipulación de la sociedad. El instrumento de dominio más potente es la información. Desde 2021, las transacciones en dinero contante y sonante tienen un límite máximo de 1.000 €. Pero en cualquier momento, los Gobiernos pueden variarlo y prohibir o imponer determinadas gestiones económicas. Si adelantan la Navidad al primero de octubre, ¿qué ocurrencia no será posible? Y siempre encontrarán alguna justificación y no faltará quien les aplauda.
-
Llegaron las lluvias
¡Llegaron las lluvias! Este año, las DANAS otoñales se han adelantado a agosto y septiembre, en pleno verano aún. DANA es un acrónimo de “Depresión Aislada en Niveles Altos”. Hasta no hace mucho, se la conocía como gota fría. Sus efectos son, a menudo, desastrosos como los ocurridos en el sur y el oeste de nuestra provincia y en los Pirineos. La zona “melocotonera” se ha librado del pedrisco y de las aguas torrenciales. ¿Los cañones antigranizo han tenido algo que ver? Hay que salvar la cosecha frutícola aunque la contrapartida conlleve la escasez de precipitaciones y la consecuente sequía. El pantano de Calanda ha llegado a estar a menos del 20% de su capacidad.
Los lechos y las márgenes fluviales no se dragan. Basta observar el Guadalope a su paso por Alcañiz. En caso de avenidas, no deberán extrañarnos los desbordamientos y las inundaciones; siniestros que podrían paliarse si los ríos y barrancos se despejasen de la maleza y los sedimentos que los obstruyen. Pero a esto se oponen los ecologistas y los burócratas de la Unión Europea y sus acólitos nacionales que solo han visto el campo desde sus aviones. Parecen vivir en los mundos de Yupi, aislados de la realidad. Nada de poner puertas al campo; la naturaleza ha de sentirse libre y expedita. Nada de limpiar los cauces de los ríos; han de fluir sin estorbos por lo que se demuelen presas y embalses en un país donde la sequía constituye un grave problema. Nada de desbrozar los suelos de los bosques y no facilitar así los incendios. Nada de impedir que la fauna montaraz prolifere ni acotarla.
Si los lobos causan estragos en los ganados, se compensa a los dueños por sus pérdidas. Pero a estos simpáticos animalitos protagonistas de cuentos infantiles, ni tocarlos.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, desertó de la defensa porfiada de la especie cuando un ejemplar de la misma devoró a Dolly, su poni favorito. A partir del incidente, la Comisión Europea inició un “profundo análisis” sobre la situación de los lobos en el ámbito de la Unión y ha propuesto rebajar su protección y permitir su caza y sacrificio.
Todos los gobiernos de la UE han dado su visto bueno excepto España e Irlanda. En los últimos tiempos, el número de estos cánidos se ha multiplicado; como los daños que originan.
También en Aragón. E igual sucede con los jabalíes, que se han reproducido desmesuradamente ocasionando destrozos en la agricultura y accidentes en las carreteras; incluso se pasean ufanos y campantes por poblaciones y playas. La civilización surgió cuando el ser humano comenzó a dominar la naturaleza. Ahora pretenden lo contrario, que nos dejemos someter por ella. El mundo al revés y hacia atrás.
-
Nostalgias
Por desgracia y a diferencia de otros lugares, en Alcañiz no valoramos ni sentimos apego por nuestro patrimonio artístico ni tampoco por el sentimental. Una evidencia de lo primero es el deterioro progresivo de la iglesia del Carmen, cerrada desde hace años, sin que ni unos ni otros hagan nada por evitar su ruina. Cuando se dispongan a tomar medidas –si ese momento llega- será demasiado tarde. Otra demostración de la desidia local es el monasterio de las dominicas, comunidad que, después de más de cuatro siglos de estancia en nuestra ciudad, la abandonó en 2008. En los terrenos monacales, adquiridos por el Ayuntamiento, se está construyendo una residencia para mayores para lo que se ha demolido por completo la antigua edificación, borrando toda memoria de la presencia moderna de dichas monjas en Alcañiz. Se hubiera podido aprovechar el templo, ejemplo de arquitectura religiosa de la pasada centuria y cedido hasta su venta al culto ortodoxo, como sala de exposiciones o auditorio. Pero doctores tiene la Iglesia y técnicos y arquitectos el Consistorio.
Al otro lado de la calle, la mole de la vieja iglesia dominicana resiste los embates del tiempo y del abandono que hubiera sido un ámbito más idóneo que la Lonja y la Casa Consistorial para instalar el museo del que carece la capital del Bajo Aragón Histórico. La portada renacentista del derruido convento se ha conservado en forma de arco de triunfo. Sin embargo, el entorno no acompaña, rodeado de coches y de algún que otro solar dejado y sucio. Y, en la misma plaza, en el restaurado molino harinero, el gran desconocido de Alcañiz, el C.I.B.A. (Centro de los Íberos del Bajo Aragón) cuya exposición arqueológica es digna de visitar. Con excesiva frecuencia, nuestros políticos se cuelgan medallas con obras y reformas para luego desentenderse de ellas y de su mantenimiento.
De la destrucción de nuestro patrimonio afectivo se podría escribir largo y tendido. La última muestra, el parque infantil de tráfico de la Avenida de Aragón que ha visto jugar y crecer a varias generaciones de niños alcañizanos. Tras su larga existencia, lógicamente, había quedado obsoleto.
Y sin el mimo e interés con que lo cuidaba Pedro Catalán. ¿Por qué no se ha remodelado adaptándolo a la normativa vigente y trasladado la proyectada “plaza pública” a otro punto de la población? La ciudadanía se ha movilizado con recogida de firmas y manifestaciones en contra de esta decisión del Ayuntamiento que ha hecho oídos sordos y lo ha arrasado por completo. Y puestos a reivindicar nostalgias, mis lectores –creo que alguno tengo- convendrán conmigo en que al nuevo recinto se le debería dar el nombre de “Pedro Catalán”. Bien se lo merece.
-
Pobres felices
Cuentan que un rey hizo la promesa de llenar por la mitad las copas de vino si resultaba triunfador en una batalla. El monarca venció y cumplió su promesa. Pero pronto, las copas doblaron su capacidad. Al revés ha sucedido con muchos productos de los supermercados. Han mantenido el tamaño de los envases y los precios pero han reducido los contenidos. E idéntico comportamiento se ha aplicado al café con leche de los bares. Las dimensiones de las tazas han ido disminuyendo.
Aunque, por lo general, comercios y cafeterías han optado por ambas posturas, reducir la cantidad de producto e incrementar los precios.
Cuando los precios suben, perdemos poder adquisitivo pues con el mismo dinero podemos adquirir menos bienes y servicio. Como consecuencia, la producción disminuye y, al tiempo, se encarece lo que repercute en el alza del nivel de vida. Es la pescadilla que se muerde la cola. Pero no todos quedamos perjudicados por la inflación. El gran beneficiado de la misma es el Estado. Si los bienes y servicios se venden más caros, los contribuyentes pagamos más por ellos y Hacienda recauda más en impuestos indirectos como el IVA.
En 2002, entró en vigor el euro, moneda común, hoy, de 20 países de los 27 Estados miembros de la Unión Europea. En aquel momento, nos parecía muy divertido manejar la calculadora para comparar los precios y convertir las pesetas en euros y viceversa. Al principio, se respetaron los cambios (un euro equivalía a 166,386 pesetas) pero muy pronto lo que se pagaba con la moneda de 20 duros pasó a pagarse con la de un euro. Desde entonces, el coste de la vida ha crecido considerablemente. Recuerdo que con mil pesetas cargaba de fruta y verdura; hoy, 6 euros, el equivalente del billete verde, no alcanza, a veces, para comprar un kilo de fruta.
Sin embargo, los salarios no han aumentado al mismo ritmo. Nos hemos empobrecido. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), organismo dependiente del Gobierno, el pasado año, más de la cuarta parte de la población en España vivía en riesgo de pobreza o de exclusión social, cinco décimas por encima de 2022 y tres décimas más que antes de la pandemia.
Y eso con la economía yendo como un cohete. Es lo que persigue la Agenda 2030 y para lo que está tomando todas las medidas en materia del medio ambiente -con sus efectos nocivos en la agricultura, ganadería, industria y energía- que afectan a nuestras vidas. No tendremos nada pero seremos felices.
-
Toros
Hace unas semanas, el ministro comunista de Cultura eliminó el Premio Nacional de Tauromaquia. La reprobación de las corridas de toros no es una actitud de ahora sino que viene de lejos. Tampoco emana de posiciones progresistas. Todo lo contrario. Los festejos taurinos surgen en la Edad Media. Así lo testimonian romances y documentos. Y ya por entonces, aparecieron posturas opuestas a ellos que procedían de la Iglesia. Muchos clérigos condenaron la “crueldad inútil” y la “brutalidad” con que se trataba a los animales. En el siglo XVI, el papa san Pío V castigó con la excomunión tanto a los participantes como a los concurrentes a dichos espectáculos. La protesta de Felipe II hizo que el anatema se limitase a la clerecía.
Al contrario de los Austrias, los Borbones -y por ende la aristocracia- despreciaron estos espectáculos al considerarlos indignos y propios del vulgo. Y los prohibieron. Pero el pueblo hizo caso omiso y continuó celebrándolos. Y dado que la nobleza a caballo ya no tomaba parte en los mismos, se fue configurando el toreo a pie. Goya, gran aficionado, lo plasmó en sus grabados sobre la Tauromaquia. En el siglo XIX, las Cortes Españolas plantearon vetarlos en numerosas ocasiones.
Hoy día, el antitaurinismo se debe a motivos políticos además de los animalistas, al considerar los toros como algo propio de la carcunda y de la “fachosfera”. El mundo de la cultura se ha dividido en favor y en contra. Manuel Machado fue un decidido defensor de la fiesta mientras que su hermano Antonio basculó del pro al rechazo, actitud esta compartida por el nobel Juan Ramón Jiménez. La Generación del 27, llamada también de la República, fue, sin duda alguna, el grupo literario más proclive a los toros. Entre los máximos valedores, Rafael Alberti que, incluso, se vistió de luces e hizo el paseíllo en el albero de Pontevedra, y Federico García Lorca, autor de una de las más grandes elegías de nuestra Literatura en la que llora la muerte de su amigo, el torero Ignacio Sánchez Mejías, principal promotor y catalizador de tal movimiento. Miguel Hernández escribió biografías de matadores para la Enciclopedia Taurina de José María Cossío. En su poesía, alude, con frecuencia, a los toros que, asimismo, fueron la gran pasión de Pablo Ruiz Picasso. A lo largo de su larga y fecunda vida, no cesó de reproducirlos en sus pinturas y esculturas. Entre otros aficionados progresistas, como los anteriores, se cuentan Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina.
A García Lorca pertenecen las siguientes palabras que de seguro extrañarán y escocerán a algunos: “El toreo es, probablemente, la riqueza poética y vital de España, increíblemente desaprovechada por los escritores y artistas, debido, principalmente, a una falsa educación pedagógica que nos han dado y que hemos sido los hombres de mi generación los primeros en rechazar. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo”.
-
La vida en un teléfono
Un padre y un hijo conversaban sobre temas trascendentes y el joven, en un arranque de sinceridad, manifestó que, antes que vivir dependiente de una máquina, preferiría morir. Ni corto ni perezoso, el progenitor cumplió sus deseos y le quitó el móvil. De manera progresiva, en nuestra rutina diaria dependemos de máquinas, sobre todo del teléfono móvil convertido en una prolongación de nuestro cuerpo; sin el celular, como lo llaman en Hispanoamérica, nos sentimos abandonados, indefensos, incompletos y, cual hermano siamés inseparable, nos acompaña a todas partes, incluso a los espacios y quehaceres más reservados.
El teléfono móvil ha facilitado y abaratado enormemente la comunicación por grande que sea la distancia entre las personas por muy distantes que se encuentren. El tamaño de los aparatos ha variado a lo largo del tiempo. Los primeros -los veíamos en las películas y series de televisión americanas- eran auténticos armatostes de difícil manejo. Conforme fueron evolucionando, disminuyeron sus dimensiones. Pero a medida que incorporaban nuevas aplicaciones, volvieron a agrandarse. Hoy día, el móvil va mucho más allá del simple uso de realizar o recibir llamadas cuando no estamos en casa y se ha transformado en un ordenador en miniatura que se lleva en el bolsillo y ha proscrito al fijo. Los teléfonos modernos sirven para un sinfín de funciones cada vez más sofisticadas (reloj, radio, calculadora, cámara de fotos y vídeo y podemos escribir mensajes, comprar, leer la prensa...) por lo que se han hecho imprescindibles llegando a crear adicción.
En lugar de disfrutar la vida en directo, preferimos verla a través de las pantallas de estos artilugios. Grabamos y fotografiamos todo, para no verlo después. Pero lo importante y peligroso es que les hemos confiado nuestra privacidad; les hemos entregado datos bancarios –podemos pagar con ellos, sin necesidad de tarjetas ni dinero en efectivo- contraseñas, contactos y conversaciones, hasta las más íntimas, y, con detalle y sin recato, publicamos en las redes sociales nuestras ocupaciones cotidianas, viajes, comidas, compras, modos de esparcimiento...
Saben todo de nosotros pero somos nosotros quienes les facilitamos la información y les permitimos así que nos puedan manipular y controlar. Si han conseguido jaquear los teléfonos de miembros del Gobierno -protegidos al máximo, se supone-, qué no serán capaces de hacer con los nuestros. En 2023, los delitos informáticos aumentaron en España un 25,5% representando casi la quinta parte de las infracciones penales cometidas. No cabe duda de que, cuando el teléfono estaba atado con un cable, los humanos éramos más libres.
-
Pasó la Semana Santa
Un año más, hemos podido cumplir con los ritos de la tradición y de la Semana Santa, la semana grande de los pueblos del Bajo Aragón Histórico. La lluvia, que amenazaba la celebración de las procesiones, ha respetado los horarios de las alcañizanas y estas han podido desfilar en todo su esplendor sin ningún problema atmosférico. Lo que no ha sido posible en otros municipios de la comarca –y no digamos en muchos lugares de la geografía española- que se han visto obligados a suspender algunos de sus actos. Nunca llueve a gusto de todos pero bienllegada sea la lluvia, necesaria para los campos y para llenar los pantanos y asegurar el consumo humano sin cortes en los meses de calor. Las precipitaciones en marzo han rebasado en mucho las medias del mes.
Las procesiones de Alcañiz han contado con un gran número de asistentes siendo para muchos una auténtica penitencia desfilar más de tres horas bajo los capirotes sin hacer uso de los teléfonos móviles. La Semana Santa, además de un tiempo de reencuentro de las familias y de negocio para la hostelería, es también una oportunidad para promover el turismo en la zona dando a conocer nuestro rico patrimonio artístico y paisajístico. El turismo en nuestras poblaciones, a pesar de las inclemencias meteorológicas, ha superado las expectativas y la ocupación hotelera ha alcanzado prácticamente el 100%.
La comarca del Matarraña se ha ganado merecidamente el calificativo de la “Toscana española”, término ideado por la periodista y pianista Mari Cruz Soriano, cónyuge del juez Juan Alberto Belloch, exministro y exalcalde de Zaragoza. En esas localidades saben cuidar lo suyo. Cosa que no ocurre en Alcañiz. Tenemos un casco antiguo que más que antiguo es viejo. Se ha arreglado el pavimento de calles y se han restaurado casas pero el conjunto, con una gran cantidad de solares vallados y viviendas vacías, ofrece, al pasear por él, una sensación de abandono.
La Semana Santa nos ha traído una buena noticia. El nuevo Consistorio va a redactar un proyecto de obra con el fin de solicitar al Gobierno de Aragón financiación para restaurar la iglesia del Carmen y dedicarla a usos culturales. Es un primer paso y la constatación de que algo se mueve. De año en año, cuando, se abre el templo para las Palometas, se aprecia el deterioro creciente del edificio. Es preciso actuar con prontitud antes de que la ruina sea irreversible. Esperemos que la iniciativa llegue a buen puerto y que alcañizanos y turistas recuperemos esta joya artística. Hemos de preservar y mimar lo que es de todos.
-
El campo en armas
Desde hace semanas, los agricultores españoles y europeos están saliendo a las carreteras y manifestándose en las ciudades para protestar contra la política agraria comunitaria sumisa a las directrices de la Agenda 2030. Esta nos suena como algo lejano y ajeno pero nuestros políticos –un ministerio se encarga de la aplicación de su programa globalista- se afanan, con prisa y sin pausa, en la tarea. Los trabajadores del campo acusan a la Unión Europea de legislar, movidos por los lobbies ecologistas, de espaldas al agro. El sector primario se ve cada vez más ahogado por los crecientes requisitos fitosanitarios y medioambientales, con elevados costes, que se les exigen a ellos pero no a los productos extracomunitarios. Y si se suman los bajos sueldos que se pagan en esos países, el resultado son unos precios mucho más baratos que entran en competencia desleal con los europeos.
Por otra parte, la falta de controles fronterizos favorece la entrada de productos agrícolas que incumplen las normativas de la UE como el uso de plaguicidas prohibidos aquí hace mucho tiempo por nocivos para la salud. Recientemente, se ha alertado de una remesa de fresas marroquíes contaminadas con el virus de la hepatitis A. La autonomía alimentaria de la Unión Europea está en peligro y de continuar dicha política vamos a ser también dependientes en este aspecto como ya los somos energética e industrialmente y, en caso de un nada improbable conflicto bélico a nivel mundial, nos veríamos desabastecidos de todo.
Si desaparece el sector primario, actividad predominante en la España vaciada, se acentuará el despoblamiento. ¿De qué se vivirá en provincias como la de Teruel? ¿Quién va a querer quedarse aquí donde, además, las comunicaciones y los servicios dejan mucho que desear? El Gobierno ha eliminado la obligación del estudio de impacto medioambiental para los proyectos eólicos y solares con la ausencia de protestas de los ecologistas. En un pueblo de Málaga, han arrancado más de 500 hectáreas de olivar para “plantar” paneles solares. Sin trabas para su emplazamiento, vamos camino de lo mismo. Las plantas fotovoltaicas sustituirán a los cultivos y los aerogeneradores a los árboles.
El Estatuto de Cataluña reconoce el derecho a gozar del paisaje. Y un paisaje negro por las placas o plagado de molinillos no resulta muy atractivo. En muchas partes, ya se están rebelando contra la instalación de este tipo parques que causan la muerte a muchas aves y deterioran paisajes únicos aprovechables como reclamo turístico. Es preciso armonizar todas estas actividades, igualmente necesarias para el medio ambiente y la economía de nuestros pueblos. Para eso pagamos a los políticos, para que busquen soluciones no para que creen problemas.
-
Miserables
En diciembre de 2017, todas las personas de bien y en concreto las del Bajo Aragón histórico quedamos consternados por la muerte, en un tiroteo ocurrido en nuestras comarcas, de dos guardias civiles y de un ganadero a manos de un criminal serbio autor de otros dos asesinatos en Italia por los que ya había sido condenado a cadena perpetua. Por desgracia, hay gente ruin que se alegra de las tragedias ajenas, sobre todo cuando las víctimas pertenecen a los cuerpos de seguridad. En los duros tiempos de la violencia de ETA, muchos terroristas celebraban en las cárceles las muertes en atentados perpetrados por sus compinches y de las que quedan casi 400 sin resolver ni investigar.
ETA ya no mata. Estos asesinos, homenajeados en pueblos del País Vasco y Navarra, son incluidos en las listas electorales de formaciones políticas con las que pacta sin reparo el partido del Gobierno.
Las asociaciones de la Guardia Civil y sindicatos policiales protestan por su falta de medios para luchar contra el delito. Consecuencia de ello ha sido el reciente asesinato en Barbate (Cádiz) de dos guardias civiles arrollados por una potente narcolancha mientras que los agentes manejaban una modesta zodiac. Aunque su comercio es ilegal, Marruecos es el principal productor y exportador mundial de cannabis. Sin embargo, en 2022, el Ministerio del Interior, sin informar a la Fiscalía ni a los órganos judiciales, desmanteló la unidad de élite de la Guardia Civil dedicada a combatir el narcotráfico en el estrecho de Gibraltar, con lo que la incautación de droga disminuyó notablemente.
Los muertos no se merecieron ni una escueta alusión del mundo del cine en la Gala de los Goya donde estuvo presente el presidente que no acudió a Barbate.
Otra injusticia con nuestras fuerzas de seguridad es la equiparación salarial de la guardia civil y policía nacional con las policías autonómicas. Acordada en 2018 por el gobierno de Rajoy, Marlaska y Sánchez la han ido demorando. A igual trabajo, igual salario y más cuando los sueldos de los “Mossos d’Esquadra” son pagados, con nuestros impuestos por el Ministerio del Interior, si bien la Generalidad los gestiona. Asimismo, el Gobierno niega a la Guardia Civil y Policía Nacional la consideración de profesión de riesgo que sí se reconoce a las policías autonómicas y locales lo que conlleva una grave discriminación en la edad de jubilación y en las pensiones a percibir.
Los miembros de las fuerzas del orden del Estado y sus familias sufren con frecuencia el odio sembrado contra determinados sectores de la sociedad, siempre en el mismo sentido. Son muy numerosos y preocupantes los ejemplos. El último, el destrozo en una localidad navarra del coche de la viuda de uno de los últimos guardias civiles asesinados. Hay que ser rastreros y miserables.
-
El diluvio que viene
Mika Waltari fue un prolífico escritor finlandés del pasado siglo que cultivó principalmente la novela histórica. Al igual que otros muchos autores, ha sido ignorado por los guionistas cinematográficos que versionan hasta el hastío un contado número de obras literarias. Como sucede en “Cine de barrio” que, año tras año, repiten las mismas películas y sólo muy de tarde en tarde incluyen algún film nuevo. La creación más célebre de Waltari es “Sinuhé, el egipcio” publicada en 1945 y llevada a la gran pantalla nueve años después por Michael Curtiz, el director de la mítica “Casablanca”.
La acción transcurre en el Egipto del siglo XIV antes de Cristo durante el reinado del Akenatón que quiso implantar el monoteísmo en torno al dios Atón. El protagonista, que da nombre a la novela, es abandonado como Moisés en un cesto de cañas en el río Nilo y recogido por un médico que lo adopta. Sinuhé sigue los pasos de su salvador llegando a convertirse en galeno del faraón al tiempo que se obsesiona por conseguir los favores de una cortesana. Antes se la llamaría zorra, apelativo eurovisivo que el feminismo ya no considera un insulto para la mujer sino un elogio –los piropos están vetados- empoderador. El empleo de este epíteto no es algo novedoso. En 1983, en plena movida madrileña, ya lo utilizó el grupo bilbaíno femenino de punk rock, “Las Vulpes”, en la canción “Me gusta ser una zorra”. Igualmente, se montó una escandalera.
Volvamos con la novela. El personaje de la meretriz, llamada Nefer, es interpretado por la amante del productor. Sus desavenencias con Marlon Brando, que iba a protagonizar la cinta, motivaron la renuncia de este al papel. Nefer se aprovecha de la pasión de Sinuhé por ella y, a cambio de sus favores que nunca satisfará, le despoja de su patrimonio. El médico, desquiciado, hasta le entregará los sepulcros de sus padres adoptivos que, privados de sus vidas de ultratumba, se suicidan. Sinuhé acaba arrojado a la calle sin ver complacida su lascivia y arruinado.
Junts per Catalunya es la Nefer de la política española. Sabe que cuanto pida a cambio de sus escasos pero necesarios siete votos lo obtendrá de nuestro Sinuhé patrio con tal de mantenerse en el poder sin importarle las consecuencias de sus decisiones ni malbaratar nuestro futuro. Y cuando nos hayan exprimido del todo, lo dejarán plantado. Las puertas giratorias, él las tiene aseguradas. Y bien forradas. Como Luis XV de Francia, previendo la revolución a la que facilitó el camino con sus errores, puede decir también: “Después de mí, el diluvio”.
-
Animales y animaladas
Dos personas se encuentran en la calle y una invita a la otra al cumpleaños de su perro a lo que la segunda le responde que no puede asistir pues ese mismo día se casa su gata.
Esta situación, evidentemente, es un chiste pero, tal como está evolucionando nuestra sociedad cada vez más materialista, más hedonista y más disparatada, no sería de extrañar que, en poco tiempo, se convierta en realidad. En muchos lugares, ya hay más mascotas que niños. Occidente envejece y languidece pues, a diferencia de otras comunidades establecidas entre nosotros, acoge cada vez menos nacimientos con lo que el reemplazo de culturas es inevitable. Como se dice tristemente, vivimos en un mundo donde las personas llevan a sus hijos a guarderías, a sus padres a asilos y se compran un perro para que les haga compañía.
Los animales de compañía se han convertido en un fructífero negocio proliferando a su socaire gran cantidad de actividades y establecimientos. En Alcorisa, ha abierto la mayor fábrica de golosinas para mascotas de España. Tiempo atrás, eran noticia las excentricidades de multimillonarias que legaban toda su fortuna a sus perros. En la actualidad, las extravagancias se han hecho habituales. Basta observar a los pobres animales disfrazados cuando llueve o hace frío o en las bendiciones de la fiesta de san Antón. Cierto es que algunos irracionales son más nobles y leales que muchos de sus dueños adolecientes de falta de educación y civismo no recogiendo las deposiciones de sus canes ni limpiando sus orines que dejan las aceras sucias y hediondas.
Debemos cuidar a los animales y no maltratarlos. Existen individuos muy crueles que se ensañan con ellos. Pero se están pasando varios pueblos. Hoy, los animales tienen más derechos que los humanos y viven mejor que muchos de ellos. Se castiga con mayores penas abandonar una mascota que a una persona mayor. Y se exige un cursillo para tenerla. En cambio, para ser padres, no se requiere formación alguna.
Aparte están los que se “perciben” animales. Hay quien se siente gato, perro, mariposa, etc. Y reclama que se le reconozca su opción. Antes se les consideraba chiflados. Ahora, se les da cancha en los medios de comunicación y se acepta como algo normal. Somos muchos quienes nos percibimos millonarios encerrados en un cuerpo de pobre y con los bolsillos vacíos pero no creo que esta percepción sea admitida y tutelada por los políticos.
-
Napoleón
Hace unas semanas se estrenó “Napoleón”, del director norteamericano Ridley Scott. Aparte de algunas inexactitudes históricas y de que el protagonista, Joaquim Phoenix, parece Dorian Gray pues no cambia con la edad -prácticamente, aparece igual con 24 años que cuando muere a los 51 en la isla de Santa Elena- la película se deja ver y las escenas de batallas resultan impresionantes.
¿Fue Napoleón Bonaparte un héroe o un villano? Comenzó, en su juventud, defendiendo la república surgida de la Revolución Francesa y acabó enterrándola. Tras un golpe de estado, fue acumulando poder hasta autocoronarse emperador. Dictador de indudable genio militar difundió por Europa las ideas revolucionarias pero sumió al continente en una guerra total que causó tres millones de bajas militares, sin contar las víctimas civiles. En España, el total pudo alcanzar los 700.000 muertos. A ello hay que añadir la devastación de pueblos y ciudades con consecuencias materiales y económicas desastrosas. Las desolaciones y requisas para el abasto de las tropas combatientes y de los guerrilleros arruinaron la producción agraria y ganadera y las industrias derivadas. Los estragos se debieron no sólo a los franceses. También los supuestos “aliados” británicos demolieron y bombardearon numerosas fábricas para eliminar cualquier posible competencia con Inglaterra.
Los franceses, asimismo, ocasionaron graves daños al tesoro histórico-artístico español.
Rapiñaron todo cuanto pudieron y cuando abandonaban un lugar, producían abundantes destrozos para indicar a los regimientos que llegaren después que siguiesen adelante pues ya no quedaba nada que saquear. La Guerra de la Independencia, la desamortización de Mendizábal de 1837 que provocó el abandono y consecuente deterioro y despojo de muchos edificios religiosos y la Guerra Civil, con el furor anticatólico e iconoclasta del Frente Popular, destruyeron una gran parte de nuestro patrimonio. Detrimento que se prolonga hasta hoy por la desidia de los encargados de conservarlo.
Alcañiz no se vio libre de la barbarie napoleónica. El 29 de mayo de 1809, en las cercanías de Pueyos, los españoles derrotaron a los soldados imperiales. Rehechos estos, tomaron la ciudad y la sometieron a un feroz pillaje como venganza. Junto al santuario, en el primer centenario, se levantó un obelisco en memoria de la batalla y se colocó una placa conmemorativa en la fachada de la lonja.
En el segundo centenario, se hubiera podido poner otra y restaurar la parte fracturada del monolito; pero no se hizo nada. Por esta victoria, se creó el 14 de mayo de 1815 una condecoración en forma de cruz que recoge la jota de Alcañiz: “Santa María, la lonja, / la casa consistorial, / la cruz de Alcañiz, la Estanca / y el gozo del olivar”. Cuidemos y mimemos lo nuestro y no lo dejemos perder.
-
Oro líquido
En la Grecia clásica, el olivo simbolizaba la inmortalidad, la vida, la fertilidad, la victoria y la paz. Según la leyenda, Atenea, diosa de la guerra y de la civilización, y Poseidón, señor de los océanos, competían por el patronazgo de Atenas. La disputa alcanzó tal vehemencia que el propio Zeus hubo de intermediar imponiendo a los rivales una prueba; quien la venciera conseguiría el premio ambicionado. En primer lugar, Poseidón clavó su tridente sobre una roca de la que manó un manantial de agua salada. Seguidamente, Atenea golpeó la roca con su lanza y brotó un olivo. Los atenienses juzgaron más beneficioso el árbol del que podrían obtener alimento, aceite e iluminación, entre otras utilidades, y encomendaron a la diosa la protección de la ciudad que tomó su nombre.
Desde antiguo, el aceite de oliva ha tenido usos religiosos. Con él se ungía a los reyes y personajes bíblicos. En Grecia y Roma servía de ofrenda y sacrificio para los dioses. En la Iglesia Católica se utiliza en la administración de sacramentos como el bautismo, la confirmación, la unción de los enfermos o el orden sacerdotal y para consagrar a papas y obispos.
Asimismo, el aceite de oliva se emplea en medicina y en cosmética, aspecto este desaprovechado en nuestra zona. Igual que el melocotón. ¿Por qué no fabricar jabones y perfumes y organizar jornadas gastronómicas y ferias de ambos frutos como en otros lugares con superior visión comercial?
España es el mayor productor mundial de este tesoro conocido como oro líquido. Hoy puede llamarse verdaderamente así al aceite de oliva virgen extra (AOVE); en el último año sus precios se han disparado en el mercado europeo liderando nuestro país su encarecimiento, más de un 52%. La causa se atribuye a la mala cosecha causada por la sequía y las altas temperaturas. Si disminuye la oferta, aumentan los precios. Para la presente campaña se vaticina idéntica situación aunque el bajo rendimiento no sea general. El AOVE se ha convertido en un artículo de lujo. Tanto que, en algunos supermercados, las botellas que lo contienen llevan precinto como los licores de marca.
Otro peligro que afecta al olivo y al campo en general es la sustitución de campos de cultivo por parques fotovoltaicos y eólicos. En un pueblo malagueño han arrancado 20.000 olivos para plantar placas solares. Algo que se generaliza en la España vaciada junto a las trabas a la ganadería. Todo ello agrava la despoblación y nos hace dependientes de la agricultura extranjera; ya lo somos energética e industrialmente. Acabaremos pobres y comiendo insectos pero ecológicos.
-
Constituciones
El pasado 6 de diciembre celebramos el cuadragésimo quinto aniversario de la constitución.
Una larga vida únicamente superada por los 47 años de la de 1876. La historia de España ha sido profusa en constituciones, ocho, además de dos proyectos y de una carta otorgada. A diferencia de otros países como Estados Unidos que sólo han tenido una, la de 1787, la todavía en vigor.
En 1808, tras las abdicaciones de Fernando VII y de Carlos IV, Napoleón cede la corona de España a su hermano José I, “Pepe Botella”, e impone la carta otorgada de Bayona. En plena Guerra de la Independencia, se reúnen las cortes en Cádiz y redactan la primera Constitución española aprobada el 19 de marzo de 1812, la Pepa. Derogada por Fernando VII al regreso de su exilio, volverá a estar vigente durante el Trienio Liberal tras el golpe de estado de Riego, en 1820.
Fallecido el rey felón, la regente María Cristina buscó el apoyo de los liberales para asegurar el trono a su hija Isabel II frente a las pretensiones carlistas. Así, en 1834, se promulga el Estatuto Real, de carácter moderado, que finiquitó el antiguo régimen. En 1837, un motín militar forzó a la reina madre a restablecer la Constitución de Cádiz y a convocar cortes constituyentes que elaboran una nueva carta magna progresista. La sustituyó la moderada de 1845. De la posterior sublevación progresista, nació en 1856 una nueva constitución que no llegó a promulgarse a causa de otro golpe de los moderados. En 1868, la revolución destronó a Isabel II. La nueva constitución progresista de 1869 instaura como rey a Amadeo I de Saboya. Este abdica en 1874, proclamándose la I República, cuya constitución tampoco llega a ver la luz al fracasar, a los once meses escasos, el experimento republicano. La siguiente constitución de 1876, moderada, pervivirá hasta el golpe de estado del general Primo de Rivera en 1923. La constitución de 1931 de la II República será progresista.
Tras la muerte de Franco, se pasa pacíficamente de la dictadura a la democracia en un proceso modélico conocido como la Transición. En diciembre de 1976 se vota en referéndum la Ley de Reforma Política que ponía fin al Franquismo. La extrema derecha pedía el no y la izquierda -que propugnaba la ruptura- la abstención. Esta fue del 23%. El 94% de los votantes lo hizo a favor. El Parlamento elegido redactó la norma suprema actual.
Hasta entonces, cada partido que subía al poder, por lo general tras un golpe de estado, alumbraba su propia carta magna. La Constitución de 1978, por el contrario, fue fruto del diálogo y del consenso; todos los partidos mostraron generosidad y cedieron en sus aspiraciones. Y ha sido la única de nuestra historia refrendada por el pueblo. Votó el 67% del censo y la ratificó casi el 88% de los sufragios. En Cataluña, con una participación algo superior al resto de España, se mostró a favor más del 90%. Las dos Españas se amnistiaron y dejaron de helarse mutuamente el corazón, como escribió Antonio Machado. Durante su vigencia, España ha experimentado su mayor periodo de paz y de desarrollo. Sin embargo, en los últimos años se ha abandonado el espíritu de concordia de la transición y se han reactivado las dos Españas. ¿Por qué no aprendemos de la Historia y se vuelve al diálogo sin cordones sanitarios ni barreras? Diálogo de todos con todos y por el bien de todos.
-
Mentiras
Cuando los atentados del 11 de marzo, la entonces oposición, rodeando las sedes del PP, gritaba que España no merecía un Gobierno que mintiera. Hoy, casi veinte años después de aquella sangrienta tragedia, las cosas han cambiado y, por lo visto, España sí se merece un Gobierno que mienta. Nadie lo puede negar. Otra cosa es que lo justifiquen. Sánchez hace todo lo contrario de lo prometido en la campaña electoral o en los debates televisados ante millones de espectadores. Si fuera una empresa comercial se le podría acusar de publicidad engañosa.
A no cumplir los compromisos, ahora, se le llama cambio de opinión. El Gobierno cambia de opinión dependiendo de si las circunstancias le benefician o no. Lo que hoy es negro, mañana puede ser blanco y viceversa. Sánchez declaró reiteradamente que no pactaría con Bildu, brazo político de la banda terrorista y ultraizquierdista ETA, y pactó; aseguró que no podría dormir teniendo en el Consejo de Ministros a Podemos, una formación comunista que aspira a implantar un sistema bolivariano, y a los dos días de las elecciones la abrazó con arrebatado entusiasmo. Y ha estado roncando bien plácidamente durante toda la legislatura. En la recién estrenada, comparte mesa y prebendas con la misma ideología totalitaria aunque vestida, si no de Prada, sí de marca.
A lo largo de los últimos años, el presidente y sus ministros y ministras han aseverado, a veces vociferantes, que la amnistía era anticonstitucional y Puigdemont un fugado de la Justicia.
Pero hete aquí que, de un día para otro como por arte de birlibirloque y ante la necesidad de los siete votos del partido de la burguesía catalana, heredero de la Convergència de Pujol, transmutado en progresista por su condición de separatista, lo mismo que el PNV, la amnistía se ha convertido en plenamente constitucional y Puigdemont, en un exiliado. Para más inri, nos enteramos que estaban negociando desde meses antes de los comicios municipales.
Sánchez también ha conseguido otro prodigio, que los separatistas colaboren en el progreso y la prosperidad de la nación que, según ellos, les oprime y roba. Todo sirve para que no gobiernen las derechas. El dirigente socialista Largo Caballero amenazó, en 1936, que si ganaban las derechas irían a la guerra civil. Ahora no se ha llegado a tanto. La representante de Junts per Catalunya, el partido de Puigdemont del que depende la gobernabilidad del país, en su intervención en el debate de investidura, retrató a la perfección al presidente al espetar que su palabra no vale nada y que sólo le interesa el poder y que es capaz de aliarse con quien sea para conservarlo. Pero a la gente no le importa y se muestra encantada de que la engañen. Como dijo George Orwell: “En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario”. Y de odio para los mentirosos.
-
Estos son mis poderes
Ya he escrito alguna vez que los partidos –algunos más que otros- son como sectas donde la voluntad del gurú se considera “palabra de dios” que debe ser aceptada indiscutiblemente. El caudillo siempre tiene razón, diga hoy una cosa y mañana la contraria, pacte con quien pacte o acuerde lo que acuerde. Los camaradas acatan sumisos sus consignas y aplauden con fervor so pena de no salir en la foto y perder la poltrona y las sinecuras que dependen del capricho del patrón.
Para evitar el uso arbitrario del poder y proteger la libertad y los derechos de los ciudadanos, Montesquieu, filósofo francés del siglo XVIII, formuló la teoría de la separación de poderes del Estado sin que ninguno dominara a los otros. En España, tal división no se cumple. El Legislativo está sometido al Ejecutivo. El jefe del Gobierno, hasta ahora, lo era también del principal partido del Congreso. La autonomía del Judicial contrarrestaba la concentración de los poderes. Pero ya se encargó Felipe González de enmendar la cuestión en 1985. Los 20 miembros del Consejo del Poder judicial, antes elegidos en su mayoría por los propios jueces y magistrados, lo que facilitaba su independencia, pasaron a ser designados la mitad por el Congreso y la otra mitad por el Senado con lo que se da el “obsceno espectáculo de unos políticos eligiendo a los jueces que los pueden juzgar”, Ruiz Gallardón, ministro de Justicia de Rajoy, dixit. El Partido Popular, con dos mayorías absolutas, no hizo nada pese a llevarlo en su programa electoral. Todas las instituciones han sido tomadas al asalto. Algunas, con la complicidad del PP. El Tribunal Constitucional garantiza que ninguna norma legislativa contradiga a la llamada ley de leyes.
El portavoz del PSOE en la frustrada investidura de Feijoo ha declarado que “en la Constitución cabe lo que el Constitucional dice que cabe”. Conociendo su composición y a quien lo preside, no hace falta ser Rappel para predecir el resultado de cualquier votación. La guinda la ha puesto el fiscal general del Estado -ya sabemos de quién depende- al afirmar que no puede enfrentarse al Gobierno para no beneficiar a la oposición. Así las cosas, el Ejecutivo tiene las manos libres para obrar a su antojo. Todo será constitucional y legal.
Poco hay que hablar de la imparcialidad del cuarto poder, los medios de comunicación. La mayoría de la gente se informa exclusivamente a través de la televisión y las grandes cadenas, salvo contados periodistas, le bailan el agua al Gobierno. No hace tanto tiempo, hemos vivido bajo un régimen que reunía todos los poderes en las manos de un único individuo. Y tenemos el ejemplo actual de los países regidos por la ideología de ultraizquierda de parte de los ministros en funciones.
Sánchez puede decir como Cisneros: “Estos son mis poderes y con ellos gobernaré”.
-
La censura que viene
G. K. Chesterton, escritor, filósofo y periodista británico que vivió a caballo de los siglos XIX y XX, advirtió que llegaría el momento en que sería “necesario desenvainar la espada para defender que el pasto es verde”. Ese momento ha llegado. Ya hace tiempo que vivimos sometidos a una inquisición que no quema -todavía- al disidente pero lo condena a una muerte social. Es peligroso expresar una opinión discordante con los dogmas de la corrección política que nos imponen.
El ayuntamiento progresista de Getafe y el Getafe CF han retirado al estadio municipal de esta ciudad madrileña el nombre del exfutbolista Alfonso Pérez, denominación que ostentaba desde hace un cuarto de siglo, por manifestarse contrario a la equiparación salarial del fútbol femenino. Sus declaraciones han sido tachadas de machistas y, en las redes sociales, muchos han aplaudido la decisión poniéndole como chupa de dómine. Ha expuesto su punto de vista con la que se puede estar de acuerdo o en desacuerdo. Vivimos en un país libre, de momento.
No se trata de distinguir entre hombres y mujeres sino de quiénes llenan los estadios y consiguientemente generan superiores ingresos. El fútbol se ha convertido, además de en un espectáculo, en un negocio que mueve millones y millones de euros y, hoy por hoy y se quiera o no, el balompié masculino resulta inmensamente más lucrativo que el femenino.
Por la norma de “a igual trabajo, igual salario” todos los jugadores de un equipo o de una categoría deportiva deberían cobrar idéntico sueldo. Todos entrenan, todos juegan y todos se esfuerzan por alcanzar la victoria. Pero unos juegan mejor que otros y atraen a más espectadores. El partido de un equipo contra el Real Madrid o el Barcelona no congregará el mismo público que si se enfrenta con el último clasificado.
Parece lógico que los mejores deportistas y que proporcionan mayores beneficios ganen más.
Similar criterio se aplica a los artistas.
No comprendo cómo todavía no se les ha ocurrido aplicar la paridad en el mundo del deporte en el que hay mujeres equiparables a los hombres y no desentonarían jugando juntos. El problema sería el número de espectadores que acudirían a los encuentros. Tertulianos de televisión que no vivieron los 80 y 90 o eran entonces pequeños, hablan de la censura de aquellos años. Sin embargo, en aquellos años había más libertad que ahora en que es preciso andar con pies de plomo con las palabras pues todo el mundo se ofende por cualquier cosa. Hoy, no se puede decir lo que se piensa y hay que pensar muy bien lo que se dice. La censura que viene y lo que vendrá después.