El, PP, acostumbrado a repartirse el poder con el PSOE, cada cuatro años, ha vivido así una etapa muy confortable.
Ahora en las CCAA donde el PP gobierna (gracias a la generosidad de VOX), están viendo que tienen que trabajar, que no es aquello del "Pásate día que otro vendrá y mientras tanto cobramos", están viendo que Vox les exije mucho trabajo y cambios, a veces radicales, que les obliga a salir de ese estado de confort en el que solían hacer lo de siempre, lo rutinario, lo no combativo y lo menos conflictivo y enfrentarse contra sus "amigos de siempre" (los del PSOE), con los que siempre habían mantenido ese partido de tenis amistoso, en el que cada uno tenía la pelota cada cuatro años. Por eso Feijoo tiene "miedo" de Vox, no vaya a ser que le ponga a trabajar y le haga cambiar la escena en la que ya se sentía tan cómodo, además, ¿qué diría su "colega" Sánchez si ve que se sobrepasa en sus actuaciones? No, eso no podría hacerlo jamás, ante todo lealtad a la continuidad del bipartidismo, si no fuera así, se terminaría esta bicoca para ambos.
Por eso, el principal enemigo de Feijoo no es Sánchez, sino Abascal. Hay que sumarse al vilipendio contra ese partido nuevo, pues como dijera aquella ministra, creo que fue Carmen Calvo, en tiempos del Coronavirus y que ha quedado para la posteridad: "Nos va la vida en ello".
El PP, por su parte, es un partido prepotente, debido a que esa misma trayectoria de poder, les ha creído invencibles, y también bastante machista, pues, sabiendo que Ayuso sería una presidente de partido infinitamente mejor que Feijoo, (pues su talante patriota y conciliador, y sin creer en las supuestas maldades que les atribuyen a Vox por todas partes, sería capaz de sentarse a dialogar con este partido con tal de salvar lo que queda de país), pues eso, que el PP prefiere seguir manteniendo a un hombre en la presidencia de su partido, no fuera a ser que a Ayuso le faltaran los arrestos que un "macho" (ironía) como Feijoo le puede echar al tema.
En fín, Ayuso, no se qué diablos haces ahí, con todo ese ninguneo y relegada a una Comunidad, cuando podrías estar demostrando tu valía al frente de tu partido y como futura presidenta de España, salvo que ya le estés cogiendo gusto a ese juego, al sueldo y a las mínimas responsabilidades, puesto que, y te soy sincera, creo, hayas llegado a la conclusión, como yo, que los españoles ya no merecen ni un solo esfuerzo por ellos, pues pasan y les da igual que les orinen encima.