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Un cometa mediático
Por fin,... después de varios días de nubes, la noche del sábado 28 del pasado mes de enero conseguí una ventana al cielo para poder fotografiar este peculiar cometa que no volverá a visitarnos hasta dentro de 50.000 años. Era muy importante hacer la foto sin luna para que pudiera captarse la cola iónica del cometa.
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Violación
Y va Elías Bendodo, como otras autoridades a la contra, y lanza su fanfarrona filípica, contra Ángela Rodríguez, por frivolizar sobre liberar o reducir pena a condenados como violadores. Cientos, dirá Luis del Pino en es.radio, tras apuntar que son 160, matizar luego 180, hasta la fecha, que se sepa, que él sepa, en clara exageración. El tiempo ha jugado a su favor, ya que figuran ya 244 y subiendo. Claro que como ávidos de información, no descuidamos que condenados, no es lo mismo que autores materiales, ni cómplices, ni colaboradores necesarios, ni encubridores, ni alentadores, ni tolerantes, ni beneficiarios. Es más, la mayoría de las condenas recaen; con todo el peso de la ley (aquí poner la voz engolada -exageradamente grave o enfática- como el mago de Oz, aquel farsante); sobre inocentes de los cargos que se les imputan, a veces procedentes de denuncias de ladronas redomadas, naturalmente, falsas. "Vamos, buscad algo con lo que ir a por esos que han visto los crímenes que cometemos nosotros, y si no encontráis, lo inventáis" Con lo que, no es descartable, y sí muy probable, por encima del 50%, que los tratados como violadores, sean en realidad violados, sometidos a la fuerza, y no sólo sexualmente, que también, de forma continuada, reiterada y contumaz, si no especialmente en lo referido a patrimonio y descendencia, extensible al resto de seres queridos. O sea que la reincidencia está instalada en la parte demandante, denunciante o querellante, y no en quien reunió los medios y formación para acoger una posible descendencia, hasta preparados para asumir la infertilidad y hasta las malformaciones imprevisibles, sin que el aborto caprichoso sea una opción. Y oímos a otra parte carroñera, de asociación de jueces, fiscales, abogadas, psicólogas, letrados de la administración de justicia, o similares, que cuando consiguen que la mujer denuncie, no le garantizan campar a sus anchas, con dinero y patrimonio robado y por robar. Digo esto y no, vivir tranquilamente, porque lo que no consiguen, ni pretenden, es que la mujer les demuestre que no ha robado ni agredido, ni pretende robar ni agredir. Y que le han robado o agredido, descartando que ella iniciara las hostilidades, lo que convertiría posibles agresiones en defensa propia, tratándose de igualdad en el tipo de medidas para repelerlas. Y huyan de quienes hablan de aumentar recursos, ampliar plantillas, utilizar herramientas a disposición de las mujeres, incluso desmantelar el ministerio de igualdad y dedicar el presupuesto asignado a policías y otros intervinientes, porque no quieren erradicar las violaciones sexuales, porque para eso basta con educar en casa y donde obligan a ir a las personitas, que violar es repugnante e impropio de las personas, repetido y tratado con distintas historias, mil y una veces.
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Va por ti, San Antonio
Estamos en época de hacer balance, y cómo no? Vamos a hablar de un tal "Antonio", que durante tres largos años lleva sentado en el trono español, saltando por encima de la Ley e incluso del Rey, y para ello, y por si se me olvida algo, a modo de extracto, me voy a ayudar plasmando algunos comentarios extraídos de gente que, como yo, está trinando en las redes.
Dejando a parte su vida personal, en cuanto a sus preferencias sexuales, pues a mí lo de si está casado con Begoña o el circuncidado Begoño, no me interesa lo más mínimo, allá cada cual con sus gustos y placeres que la vida son dos días.
El meollo viene por otros derroteros, como apuntan estos comentaristas de las redes y con los que casi estamos todos de acuerdo. Así pues, vamos, sin más dilación, a exponer a modo de lista breve los detalles por los que Sánchez-Antonio pasará a la Historia, a parte de por ser el famoso "Desenterrador" de Franco, pues de exponer todo lo que esta observadora de taburete va encontrando por ahí, se haría insufrible por extenso. Ahí van algunas de las prendas con las que podemos vestir a este santo -y que el verdadero San Antonio, me perdone, que no van para él-:- El famoso "Comité de Expertos" que nunca existió.
- Elecciones con ¿¿tongo?? con su amigo INDRA. ¿Fuiste o no fuiste el más votado?
- La reunión Histórica con la bandera de España al revés, y no por despiste, sino por encargo a modo de estúpida gracieta, porque otra cosa no sabe hacer, de su amigo, el por aquél entonces "pelopantén coletero".
- Inventar un nuevo ahorro energético quitándose la corbata.
- Colocar a enchufados sin oposiciones con la Ley del "Si estás tres años de interino te hago fijo sin oposiciones"... Y los que se lo hayan currado estudiando...mala suerte, otra vez será y a presentarse de nuevo.
- No pactare con...No indultaré a...No podría dormir con...
- Las famosas maletas de "La Delçi", repletas de dinero robado a los pobres venezolanos, siguen escondidas en algún lugar...y lo sabes!
- La peor gestión de la pandemia de todos los países desarrollados.
- Destrucción del Estado de Derecho y de las Instituciones.
- Récord de Gasto Público. En la que los pobres de siempre tienen que mantener a toda la mamandurria inoperante.
- Récord de Deuda Pública. Que no van a poder pagar ni nuestros nietos, con lo que les va a suponer de recortes en un futuro muy próximo.
- Récord de Inflación. Verás la que nos va a meter Europa por ello.
- Récord de subidas de precios: Combustibles, Gas, Electricidad, Cesta de la compra.
- Récord de pérdida de productividad del sector privado y destrucción de empresas...y empleo, que a pesar de que en la tele, tu Ministra nos venda Recuperación, sabemos que nos miente como si fuéramos gilipollas.
-Récord de Legislación a favor de los delincuentes, con ayuda de otra Ministra incompetente: Violadores, pederastas, ocupas y ladrones (de mano sucia y de guante blanco).
En fin, cada uno que añada más porque quitar, no se puede. -
Un árbol de Navidad
Para despedir estos días de tanta fiesta me ha parecido buena ocasión fotografiar esta nebulosa conocida como la “nebulosa del árbol de Navidad” o “nebulosa del cono”, por su singular forma triangular que describe la silueta de un árbol navideño engalanado con esferas de colores.
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Un juguete, una desilusión
Todos los años antes de las fechas navideñas Radio Nacional de España y diversas empresas hacen una campaña con el eslogan “un juguete, una ilusión”. Mucha gente, compra un bolígrafo (el bolígrafo solidario, lo denominan) con el que se financia la compra de juguetes para niños que no pueden adquirirlos ellos o sus familiares.
La campaña mueve y conmueve a gente solidaria pensando en dar una alegría a esos pequeños. Los compradores, sin ninguna duda, son personas que desean llevar una alegría a niños necesitados.
Es el paradigma de la sociedad de consumo con todos sus defectos.
Primero. Los niños no necesitan juguetes para jugar y divertirse. La pobreza no está reñida con la diversión. Los niños para divertirse y jugar necesitan tiempo libre. Todos hemos jugado al escondite, al tres en raya, a carreras, a muñecas con mazorcas de maíz y cientos de juegos más que además de diversión proporcionan una función social de relación.
Segundo. Que a un niño se le facilite un juguete, en muchos casos, si no lo rompe, sirve para el juego solitario en vez del colectivo. Si lo rompe o lo comparte, el mal es menor. Lo peor es que le sirva para jugar a él sólo o para ser el poseedor de un bien que otros niños no tienen.
En cualquier caso el juguete está sirviendo para crear su necesidad de consumo. Cada año querrá un juguete, la necesidad de consumo habrá entrado en sus venas.
Tercero. Si fuera necesario un juguete para un niño, tendría sentido que el dinero destinado al bolígrafo se diera íntegramente al niño, sin más intermediarios consumistas. ¿Por qué hay que fabricar, comercializar y vender un bolígrafo? Todo ese proceso supone un consumo absurdo, grande e innecesario. Se pague por el medio que sea a la empresa fabricante de bolígrafos, supone un derroche tremendo de materiales y recursos.
¿Alguno de los que compran necesitan realmente un bolígrafo? Y si necesitaran un bolígrafo, ¿sería ese?
Llegado a este punto, el socialista solidario de turno dirá aquello de que es necesario mantener los puestos de trabajo de las personas que hacen los juguetes y de los que hacen los bolígrafos. Pues no. No hacen falta, ni lo que producen, ni su trabajo.
(Extraído del libro: “En defensa de la destrucción de empleo”
https://www.amazon.es/defensa-destrucci%C3%B3n-empleo-otras-cosas-ebook/dp/B0714R4C5B/ref=cm_cr_arp_d_product_top?ie=UTF8) -
El Mago
Ahora que se acercan las Navidades, esas fechas donde la magia cobra protagonismo entre los más pequeños y todo es posible, no podía faltar nuestra invitada, “Wizard Nebula”, conocida informalmente como la "Nebulosa del Mago" (NGC7380), es un cúmulo abierto de estrellas que aún están incrustadas en la nebulosa a partir de la cual se formó y que se encuentra en la constelación de Cefeo (que era el rey de una tierra llamada Etiopía en la mitología Griega).
Visualmente, el conjunto de estrellas, gas y polvo ha creado una forma que a algunos se le asemeja a un hechicero medieval, donde se distingue el gorro en cono y nariz puntiaguda, junto a una túnica que cuelga dejando a la vista las dos manos del mago. Seguro que ya lo habéis visto, ¿no?...
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Sólo soy una persona
"No soy ni hombre ni mujer, sólo soy una persona" cantaba Ana Torroja en Mecano allá por el 1982. Y enumeraba muchas cosas que no era, y por qué. Entonces no enumeraba nada de la relación LGTBIQ+. Tampoco se hablaba entonces de garantía integral de la libertad sexual. Creo que es momento de hablar de no utilizar el sexo para robar o lesionar. Si se utiliza este criterio para graduar los daños, cópulas sin consentimiento, por ejemplo en entorno festivo, sin robar ni lesionar, ni embarazo ni transmisión de enfermedades, ya no digamos letales, no puede castigarse con 15 años de prisión, ni con un día, mientras haya coitos, para robar o lesionar, cómo son todos los previos a los divorcios contenciosos, en los que no sólo se roba a la persona del acto puntual, sino a toda una familia entera, limitando hasta su libertad de circulación, cosa que no sucede a una persona violada. Si me preguntaran por mi género, es cómo si me preguntaran por mis reencarnaciones anteriores, pero no elegiría, y menos cambiaría de adscripción, como hacen quienes responden, como esas señoras a las que les preguntan por lo que no saben, pero ellas responden, no se callan. Generalmente tentadas para robar, roban, y si les dan dinero por la cara, lo cogen. Sin embargo quienes responden "lo siento, no sé a qué se refiere", generalmente no aceptan dinero que no es justa contraprestación. Así que si he de significarme respecto al género, entendido con quién me identifico para mantener relaciones sexuales, y tal vez tener descendientes, diría que con quienes no roben ni agredan. Y para no tener que señalar penas por violaciones y similares, lo "democrático" o "constitucional", lo evolucionado, es educar para inculcar lo repugnante que es eso, desde la infancia, más que nada acostumbrando a centrarse en cualificarse para trabajar, y desde la reunión de medios y formación, disfrutar del sexo necesario para la procreación y acoger a la descendencia. Y cuidar de toda la chiquillería, como tribu. Esto ya se ha hecho, y funcionó.
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Personajes ejemplares
El poder de un estado democrático se subdivide en el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Pero hay más poderes, como son los poderes científicos, los económicos, los lingüísticos, los sanitarios... Cada cual debe ejercer su poder, por lo menos los mencionados, en beneficio de la sociedad, porque la sociedad los paga.
Una persona licenciada en psicología a la que el único trabajo que se le conoce en toda su vida es como cajera y que ahora ejerce de ministra por vía marital, Irene Montero, tiene el valor de decir que los jueces (parece ser que todos) están equivocados, que son machistas, que deberían aprender, porque están aplicando la ley que ella misma abanderó.
Pablo Iglesias (pareja de la anterior, a quien colocó en el Ministerio) dijo que “la existencia de medios de comunicación privados ataca la libertad de expresión”, posteriormente pidió el “control de los medios de comunicación”.
La ministra Yolanda Díaz, también puesta en su cargo por el anterior y luego nombrada su sucesora por sus cataplines, dijo que había que hacer una cesta de la compra de 30 euros, “será una cesta con productos frescos, que irá rotando todas las semanas”. Aún no sé a quién se lo ha mandado, si la tengo que hacer yo, si tiene su padre una tienda y debo ir a comprar allí o si son lotes que va a preparar su ministerio para que pasemos a recogerlos. O quizás con los lotes del Carrefour se pretende poner la puntilla final al pequeño comercio.
El ministro Garzón, también colocado por Pablo en un ministerio hecho para que pueda ser ministro, dice a los agricultores, a los ganaderos y a los consumidores qué deben producir y qué debemos comer.
No saben de economía y hablan de ella con desprecio. No creen en la libertad de expresión y se les llena la boca con estas palabras. Se comen sus buenos filetes vuelta y vuelta mientras se les llena la boca de que no hay que consumirlos. Por incapacidad se vuelven contra ellos las leyes que ellos mismos hacen y llaman incompetentes a quienes las aplican.
De vez en cuando se dan tortas entre ellos, se enfadan, no se ajuntan como los niños, pero en una cosa están de acuerdo y es en hacernos creer que saben más de lengua que la Real Academia empleando un lenguaje que lejos de ser inclusivo es ridículo. Por cierto, el ruso es un lenguaje inclusivo, tienen su masculino, su femenino y su neutro diferenciado y ya vemos como les va y cómo les ha ido tradicionalmente a las mujeres y a los homosexuales.
¡Que me dejen en paz!
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El coche de San Fernando
Bruselas, con el fin de luchar contra el cambio climático, ha propuesto que, a partir de 2035, dentro ya de nada, dejen de venderse vehículos nuevos que emitan dióxido de carbono, lo que significa prohibir los motores de gasolina, diésel, gas e híbridos. Únicamente, se admitirán los coches eléctricos. Es de esperar que, para entonces, los precios hayan bajado y se hagan asequibles a las clases medias y bajas; de lo contrario, los automóviles serán exclusivos de los ricos. Si las pilas que utilizamos en la vida cotidiana contaminan y debemos reciclarlas, ¿qué se va a hacer con las enormes baterías de este tipo de vehículos? pues no van a durar eternamente.
Pero eso será un problema del futuro que no preocupa a los dirigentes de hoy.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha expresado su deseo de legar a la siguiente generación un planeta saludable con buenos empleos y un crecimiento que no dañe la naturaleza. Encomiable aspiración pero difícil de alcanzar. Para conseguir un planeta limpio y sostenible es precisa la cooperación de todas las naciones. De nada sirve que Europa limite sus emisiones de gases contaminantes si el resto no está por la labor y no considera la salvaguarda del medio ambiente como una prioridad. China es el país más tóxico para la atmósfera doblando al siguiente, Estados Unidos, y cuadriplicando al tercero, la India. Si se dan protestas, como no tienen repercusión en los medios, no existen para el común.
Unos buenos trabajos con sueldos elevados requieren una economía próspera para lo que es imprescindible una energía barata que la haga competitiva. Europa depende energéticamente del exterior e idéntica negligencia se está aplicando a la agricultura. Con reservas para más de 70 años, en España podríamos tener un gas a precios más que asequibles pero, por ley, se prohíbe su explotación e incluso su prospección; lo mismo sucede con el petróleo. Otros estados y seguro que más de un político europeo se benefician de esta decisión.
Poco a poco, intentan cambiar nuestros hábitos y comportamientos. Ya nos inducen a consumir menos carne y a calentarnos con edredones más gruesos. Pronto, aunque también por otros motivos, se objetarán el jamón y el vino. El coche se convertirá en artículo de lujo y no podremos volver al burro como medio de transporte pues será maltrato animal. Habremos de recurrir al coche de san Fernando, un ratito a pie y otro andando. Además, reduciremos el colesterol y nos mantendremos en forma. No hay mal que por bien no venga.
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Cristales de colores
Es bien conocida la cuarteta de Ramón de Campoamor, poeta, filósofo y político del siglo XIX, que dice: “En este mundo traidor, / nada es verdad ni es mentira. / Todo es según el color / del cristal con que se mira”. Es decir, todo es relativo. Lo que hoy es bueno, mañana, puede sermalo; y viceversa. También depende de quiénes o contra quiénes se hacen las cosas.
Lo que en unos es ejercer la libertad de expresión, en otros constituye un delito de odio.
La bajada de impuestos en las comunidades gobernadas por la derecha atenta contra el estado de bienestar y pone en peligro la educación y la sanidad. El caso de la educación es preocupante porque si, con las actuales inversiones, su nivel deja bastante que desear, con los recortes que anuncian no se sabe a dónde vamos a parar. Pero cuando son las comunidades gobernadas por la izquierda las que hablan de bajarlos también, tal peligro desaparece. La educación y la sanidad están a salvo.
En Irán, las mujeres se han rebelado contra la imposición del velo tras la detención y posterior muerte violenta de una joven por no llevarlo correctamente y mostrar el cabello; las personas fallecidas ya superan los dos centenares y las detenciones en la represión, se acercan a las dos mil. En cambio en Occidente, el velo es considerado como un signo del empoderamiento de la mujer y del multiculturalismo. Actrices y activistas se han cortado en público mechones de pelo como muestra de solidaridad con las mujeres de la antigua Persia.
Los ayatolás, temblando.
En España, apenas se han escuchado declaraciones y protestas por parte de las políticas abanderadas de la igualdad y el feminismo; la vicepresidenta segunda del Gobierno está tan ocupada que no ha tenido tiempo ni para darse un tijeretazo a las puntas. Dicho por ella.
Quizás influya que Irán, país donde se cuelga en grúas a los homosexuales y se lapida a las adúlteras, subvencionó, en una televisión privada, una “tertulia política de resistencia” que presentaba Pablo Iglesias; labor que hubo de dejar por incompatibilidad al entrar en el Gobierno de coalición. Por otro lado, Irán es aliado, amén de Putin, de los regímenes bolivarianos de América con los que cooperan estrechamente dirigentes de este partido. Tampoco la decapitación de un joven homosexual palestino refugiado en Israel donde fue secuestrado y devuelto a territorio árabe ha tenido repercusión en los medios ni promovido protestas de políticos y colectivos. Irán y Palestina quedan lejos y lo que suceda allí lo miran a través de otro cristal y otro color.
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Los impuestos
En todas partes los ricos son los que menos impuestos pagan y lo seguirá siendo así por muchas milongas que nos cuenten los gobernantes de que se les van a subir los impuestos a los ricos.
Los ricos son ricos porque son propietarios de los medios de producción o los grandes servicios.
Si la Botín, del banco Santander, tiene previsto ganar el año que viene 300 millones y le suben los impuestos, ella a través de sus bancos e inversores sube las comisiones, sube los márgenes comerciales, sube las hipotecas y acaba ganando 500 para pagar 100 a la hacienda pública. Pasa lo mismo con los jefes de Mercadona, de Zara o los distribuidores de los productos agrícolas.
En la práctica estamos obligados a tener el dinero en el banco. Con nuestro dinero los bancos formalizan hipotecas. Las hipotecas han subido en una cantidad importante ¿eso significa que nos vayan a pagar intereses por nuestros ahorros? No. Eso significa que los bancos están haciendo caja para poder pagar los impuestos anunciados por el Gobierno.
Luego los políticos demagogos nos dicen que los impuestos son para la sanidad, la educación,… y es una gran mentira. La primera medida que se ha tomado después de anunciar la subida de impuestos ha sido subirse un 4% el salario de los miembros del Gobierno y un 3,5% la de los parlamentarios. No ha habido necesidad ni de reuniones, ni negociaciones, ni acuerdos sindicales, ni nada de nada. A mí, como jubilado me lo van a subir alrededor de un 8%, no me quejaré. El 8% de mi pensión supone un aumento de unos mil euros anuales.
El 3,5% del aumento del sueldo de sus señorías supone más de 3.000.
Dos personas allegadas han tenido problemas de traumatología. Uno ha tardado más de un año y medo en ser atendido y la otra persona lleva varios meses de baja laboral porque aún no la ha citado el traumatólogo y mientras sin poder trabajar, cuando quizás se pudiera solucionar su problema en unos días. Nos dicen que los impuestos son para sanidad, pero ningún político de los miles que hay, ningún asesor, espera año y medio a cobrar o no cobra si no hay servicio sanitario. Yo puedo esperar dieciocho meses para que se me atienda un problema, y ellos cobran con total puntualidad y si ellos lo tienen para eso está la sanidad privada a la que acuden mientras la critican en público.
A la sanidad y la educación va lo que queda de los impuestos. Y por mucho que nos digan los impuestos nos los suben, o mejor los pagamos, al conjunto de la sociedad.
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Verde que te quiero verde
Jamás un Gobierno ha procurado tanto por el bienestar y la felicidad de la ciudadanía como el nuestro. Continuamente, nos aporta propuestas para disfrutar de una vida saludable y ecológica. Nos señala qué comer y beber, dónde comprar, en qué viajar, cómo hemos de pensar… La última ha sido la vicepresidenta segunda mostrándose contraria a la importación de frutas y verduras de otros países. En sus palabras, no hemos de comer fresas cuando no se pueden comer fresas pues comerlas en temporadas inadecuadas supone explotar a otra parte del mundo. Lo lógico es pensar que si esos países dejan de exportar sus productos se verán privados de unos ingresos necesarios para su desarrollo con la consecuente destrucción de puestos de trabajo. Pero Yolanda Díaz, también ministra de Economía Social, sabe mejor estos temas.
La otra preocupación del Gobierno es el cambio climático y no le tiembla el pulso en su batalla por lograr un mundo más sostenible. Y así, para ahorrar energía, los comercios deben apagar los escaparates a las 10 de la noche pero, después de esa hora, se pueden celebrar competiciones deportivas y espectáculos de todo tipo. Al parecer, la iluminación de los estadios de fútbol, por poner un ejemplo, gasta menos electricidad que las luces de las tiendas. Y algunas ciudades ya han anunciado que no van a escatimar en el alumbrado navideño.
En su lucha contra el cambio climático y anteponiendo la protección del medio ambiente y la salud de las personas a cualquier razón económica y de pobreza, Gobierno y ecologistas se muestran contrarios a la construcción de nuevos pantanos y al recrecimiento de los existentes y achacan la culpa de la pertinaz sequía no a la falta de lluvias sino a los regadíos actuales por lo que se deberían limitar. Si a ello sumamos el encarecimiento de los precios y las regulaciones y restricciones que se ciernen sobre la ganadería y la agricultura, como la oposición a las explotaciones intensivas y la exigencia de que un 25% de los cultivos sean ecológicos, el futuro del medio rural se aprecia bastante oscuro con lo que se agravará todavía más la despoblación y el empobrecimiento de estas zonas ya decaídas.
No contentos con controlar nuestras vidas, este afán ultraecologista pretende extenderse más allá de la muerte. El PSOE plantea que utilicemos ataúdes de cartón o de otros materiales ecosotenibles y amortajemos a los cadáveres con ropa de fibra textil natural para atenuar el impacto ambiental de las incineraciones. ¿Qué será lo siguiente? Ya nada debe sorprendernos.
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Tire de sentencia, jefa
No hay cuestión más injusta, que en las sentencias de hechos probados o dejados sin probar, las autoridades profesionales, al menos suficientemente preparadas, tengan interpretaciones, no ya discordantes, sino antagonistas. Es cómo si una doctora diagnostica gases. Y para quien sigue buscando, suspicaz o con algunas nociones que duden de lo que le dicen, otra, embarazo. Se conocen casos, también. Y era embarazo. Se alega que no se puede indultar a Griñán, porque eso erosionaría la impresión popular, la de las mayorías votantes, básicamente, bramando que la justicia no es igual con todos, y que los gerifaltes salen impunes, del crucero judicial de final prefijado de antemano, emocionante y placentero, aunque se finja que se masca la tragedia, de lo mismo, salvando las distancias, porque los robos de los de abajo, no son ni parecidos a los robos de los pudientes, con mayor alcance, que las pasmadas de repertorio, más bien justito. Y tal vez no hayan reparado en ello, pero, al parecer, el mandamás no se llevó un euro, pero miles de los que cogieron lo que les dieron, aunque fueran migajas, fueron los que se lo llevaron calentito. En la justicia de la reparación del daño, y evitar el caer en la tentación de robar, a quienes hay que escarmentar es a quienes se llevaron el dinero, que pudieron, en teoría, renunciar a Satanás y a todas sus obras. Por ello al leer en los muchos discursos de inicio del curso judicial, el corta y pega referido a combatir la corrupción, una no puede menos que ver cómo se viene a la memoria: "quita pa'llá, que me tiznas" le dijo la sartén al cazo, por cuanto consentir de manera contumaz, la continuada y reiterada ejecución de la trama diseñada para eludir los controles, de supuestos guiados por el imperio de no robar ni agredir, no es más que operatoria habitual en juzgados y tribunales de justicia, y de cualquier ámbito, en los que la arbitrariedad y el abuso, son pauta de conducta indisociable del cargo. Tal vez alguien, fuera de órbita, les diga: "la que esté libre de corrupción, tráfico de influencias y abuso, naturalmente dirigida a robar "ad aeternum", que tire de sentencia. Si se sometieran al imperio de esta ley, básica y consustancial a la justicia cierta, que no lo hacen, sin excepción, ni una sentencia ni media. Pero esto, no les entra en las cabezas. Por lo tanto, por salud mental, y evolución cómo país, Griñán, indultado, ya que lo han condenado, y no a los destinatarios de la tela, que no desapareció ni desde que se cortó el grifo, tiene sus ramificaciones, y es labor de personal su-fi-cien-te-mente cualificada, que se reconduzca a damnificados, y permita la redención de los beneficiarios, y que no se repita, en la medida de lo posible, el contagio de afanar y sí el orgullo de superar miserias para alcanzar la filantropía y la satisfacción por el cumplimiento de las tareas encomendadas, sin temor a robos o insidias violentas. Y al personal de la administración de justicia, poder judicial cúspides incluidas. Divorcio contencioso, caca. Eso no se sentencia.
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La cesta de Caperucita
El escritor francés Charles Perrault, a finales del siglo XVII, recopiló y dio forma literaria a diversos cuentos infantiles transmitidos oralmente que han pasado a formar parte de la niñez de muchas generaciones. Perrault les confirió una función educadora y preventiva añadiéndoles al final una moraleja. Uno de estos relatos, conocido por todos, es Caperucita Roja. La protagonista llevaba en una cestita galletas y miel a su abuela enferma que vivía en una casita en medio de un bosque plagado de lobos y otros peligros.
Con la inflación galopante que padecemos y que, dicho sea de paso, llena las arcas del Estado (a mayor subida de precios mayores ingresos por IVA), el Gobierno, a iniciativa de su vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha propuesto una cesta parecida a la de Caperucita Roja con productos básicos. Una conocida cadena de hipermercados ha recogido la idea y ofrece treinta artículos por 30 €. Esta cesta antiinflación no reúne ningún elemento fresco, ni carne ni pescado ni fruta ni leche ni huevos. Es más, ofrece géneros desaconsejados por Alberto Garzón, ministro de Consumo, por las grasas y azúcares que contienen.
Las grandes superficies saben que cuando se entra en alguno de estos establecimientos comerciales, aunque solo sea para echar una ojeada, raramente no se pasa por caja. Cuántas veces nos ha ocurrido ir a comprar algo que nos hace falta y salir con el carro lleno y, en ocasiones, sin lo que habíamos ido a buscar. Con la excusa de la cesta, pueden subir los precios de otras mercancías para compensar. Las multinacionales no van a perder nunca. Las perjudicadas serán las tiendas de proximidad en las que la ministra anima a comprar.
Estas no pueden llevar a cabo este tipo de ofertas ni competir con los supermercados.
Por otra parte, nos enfrentamos a la amenaza del desabastecimiento. Este verano ya ha habido problemas con algo tan simple como el hielo. El incremento generalizado de los costes está llevando a los productores a cerrar sus explotaciones agrarias y ganaderas lo que provocará la escasez de ciertos alimentos que habrá que importar. Se habla de la leche y no se descartan otros. Resulta paradójico que en España, que podría ser autosuficiente en el sector primario y despensa de Europa, vayamos a padecer desabastecimiento y dependamos de otros países como sucede en la industria. Y en la agricultura vamos por el mismo camino. Basta con mirar el origen de los artículos que consumimos. A este paso, llegaremos a las cartillas de racionamiento.
La Agenda 2030, aunque nos la tomemos a broma, avanza con paso firme.
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Faltas de ortografía
Quizá sea por deformidad profesional pero me molesta sobremanera detectar faltas de ortografía en una publicación. Algunas rechinan más que las motos por las cuestas de Alcañiz en las noches de verano cuando, en las casas, estamos con las ventanas abiertas por el calor. Las más comunes son escribir los tiempos del presente de indicativo del verbo haber, “he, ha, has, han”, sin hache, confundir “haber “con “a ver”, “hecho” con “echo”, no distinguir entre “hay”, “ahí” y “ay”… Desconozco si todavía se estudian las reglas de ortografía dado que el memorizar no se estila y que se puede consultar internet, como dijo el anterior ministro de Universidades.
Las faltas de ortografía son reflejo del deterioro de la educación y de la carencia de lecturas. Podrían tener cierta excusa las cometidas por personas mayores que no han podido acceder a una buena formación. Hasta la Ley General de Educación de 1970, la escolarización obligatoria acababa a los 12 años. En los más jóvenes, con una teórica mejor preparación, serían menos disculpables. Además, los nuevos dispositivos y el afán de inmediatez en la comunicación han introducido profundos cambios en la forma de escribir con lo que hacerlo correctamente se ha convertido en una empresa poco menos que imposible.
Algunos literatos, como Gabriel García Márquez, han abogado por la supresión de la ortografía: “Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y la jota y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde dice lágrima ni confundirá revolver con revólver. Y que de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una”. Era su opinión.
Lo grave son las faltas de ortografía en los rótulos de la televisión y en Facebook, incluidos algunos grupos de Alcañiz. Y no me refiero solo a los comentarios de los particulares. Se puede redactar sin errores. Es tomarse la molestia de comprobarlo antes de publicar la información u opinión. Por otra parte, corregir al que se equivoca resulta un asunto delicado. No todo el mundo agradece y acepta de buen grado que le enmienden; hay mucha gente que se ofende y lo toma a mal al sentirse herida en su orgullo y autoestima. Un texto con faltas de ortografía desluce el mensaje que pretende transmitir, al menos para quienes percibimos dichos fallos, aunque nos llamen puritanos, intolerantes y otras cosas. ¿Por qué escribir mal si se puede hacer bien?
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Mamotretos
Hace unas semanas, la nueva secretaria de Estado para la Agenda 2030, Lilith Verstrynge, calificó al Santiago Bernabéu de “mamotreto dentro de la ciudad”. El estadio del Real Madrid, inaugurado en 1947, tiene la excusa de que se construyó en un descampado de las afueras de la urbe. En Alcañiz, disponemos de un buen repertorio de mamotretos que chirrían con el entorno.
Para muestra, no un botón sino la mole, a mi parecer incalificable, de la plaza de España. Somos muchos los que creemos que no se optó por el proyecto más adecuado. Pero este no es el único estropicio estético de nuestro pueblo. En la misma plaza, entre la fachada renacentista de la casa consistorial y la torre mudéjar de escolapios, se asoma la mancha marrón y roja del antiguo casino. En los años 60 y 70, estas disonancias arquitectónicas se consideraban una muestra de modernidad, como el bloque de la calle Lacueva. Hoy desentonan como a un santo dos pistolas.
El principal problema de los cascos antiguos de todas las ciudades ha sido y es el sucesivo abandono de la población con su consiguiente deterioro. Basta pasearse por las calles que dan al muro de Santiago y al de Santa María, lo que se llamaba la ciudad, con una gran cantidad de solares vacíos. La vida comercial se trasladó de las calles Mayor y Alejandre a la calle Blasco y a la avenida de Aragón; al mismo tiempo, la gente abandonó las casas unifamiliares para irse a vivir a la comodidad de los pisos donde no tenían que subir y bajar escaleras. Ahora, se han vuelto a poner en boga los chalets adosados y los dúplex. Cuestión de modas.
Una de las tareas de los Ayuntamientos, incluido el de Alcañiz, es la recuperación de los cascos antiguos. El nuestro está descuidado desde hace muchos años bajo consistorios de distinto signo. Se restauran casas antiguas y se construyen otras nuevas. Sin embargo, en la rehabilitación de estas zonas se está dando una de cal y otra de arena. Por una parte, se propicia sacar la piedra en los muros y, por otra, se permiten edificios muy modernos que rompen por completo la sintonía del conjunto. Discordancias más o menos estridentes las encontramos en la plaza Mendizábal y en las calles Caldereros e Infanzonía, que cuentan ya algunos años; otros ejemplos en construcción los tenemos en la calle Padre Vidal y plaza de San Francisco. En la mayoría de pueblos y ciudades, las edificaciones de los cascos antiguos guardan una cierta unidad de estilo, lo que contribuye a realzarlos estéticamente. Pero doctores tiene la Iglesia y técnicos, el Ayuntamiento. Servidor se limita a opinar.
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Y de repente... un adolescente (Parte 2 - ¿Chico o chica?)
Nos encontramos en plena vorágine del verano, un verano que todos nos estamos esforzando en vivir al máximo después de dos años de veranos extraños provocados por una pandemia que nos sobrevino cuando menos lo esperábamos. Creo que no es osado afirmar que todos tenemos esa sensación de haber perdido una época importante de nuestra vida, pero pienso que la situación es más especial en los niños y sobre todo en los adolescentes.
Ambas etapas son importantes y cortas, y en ellas se producen vivencias y desarrollos fundamentales que nos marcan para siempre. Esta generación sin duda no olvidará este momento y seguro sufrirá en mayor o menor medida las consecuencias de confinamientos y limitaciones varias. Pero ahora que ya ha pasado “lo gordo” toca vivir. Y los padres de adolescentes nos encontramos ante el dilema tras el parón, hay que reiniciar la vida, hay que dejarles salir al mundo, hay que exponerlos de nuevo a los peligros, y aunque muchos me dicen que en mi caso es fácil porque soy madre de chico, yo no acabo de ver la facilidad del asunto porque los riesgos y los peligros están y existen para ambos sexos.
¿Chico o chica? Esa es la cuestión. Está claro que desde siempre ser padre o madre de chica ha sido un “suplicio”, entendedme, y más en la adolescencia. La sociedad no lo pone fácil, y las chicas, entre ellas me incluyo, no nos sentimos seguras en muchas ocasiones y menos saliendo solas de casa de noche. Ahora con la salida a la palestra de la sumisión química a través de pinchazos de sustancias poco aconsejables a traición en los locales de ocio nocturno se ha sembrado verdadero pavor entre las jóvenes y las no tan jóvenes, y entre los padres que observamos atónitos como la depravación humana solo hace que aumentar y evolucionar pero casi siempre en sentido negativo.
Pero los progenitores de niños tampoco lo tenemos fácil, educar a chicos que sean empáticos, sensibles, respetuosos, no machistas y valedores de la igualdad real es todo un reto aún a estas altura del siglo XXI. La sociedad en la que vivimos sigue poniendo las cosas demasiado complicadas y la crianza muchas veces se ve obstaculizada por muchos estigmas, estereotipos y normas rígidas que no ayudan, o más bien al contrario ponen más trabas, aunque los padres tengamos las ideas bastante claras, que creo es mi caso. De hecho mi principal preocupación es, más allá que alguien pueda hacer daño a mis hijos, si ellos pueden llegar a ser los agresores o quienes puedan ser los causantes. Los valores que les trato de inculcar, el ejemplo que le puedo dar yo o su padre, la constancia del discurso y la coherencia del mismo, son armas de las que disponemos las familias para luchar contra ese patriarcado demasiado apegado todavía a nuestro mundo y nuestra forma de vivir.
Así que creo firmemente que en nuestro caso el sufrimiento va por partida doble, el de que sea el agredido o que le sucedan cosas y el de que sea el agresor y que las cause él.
De hecho en estos calurosos días tambien ha saltado a la palestra el debate del consentimiento en el caso de las relaciones sexuales mediante contracto escrito debido a la ley del “solo si es si”. Obviamente es un fake el hecho que vaya a existir ese contrato ya que no tendría ningún sentido ni lógica, pero lo que creo que se busca con esta norma y con muchas otras acciones de protección a la mujer es que el consentimiento siempre haya de ser expreso, porque aunque a muchos sectores de la sociedad aún les parecerá exagerado, la seguridad de la mujer no es para nada algo incontestable. Y por eso cada año la lucha del 8M lamentablemente debe seguir vigente y en pie.
Me gustaría dar un mensaje más alentador como conclusión pero ser padres de adolescentes, volver a verlos volar y temer por su seguridad en cada momento, sigue siendo una tarea muy compleja y difícil de gestionar, tanto si se trata de un hijo como de una hija.
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Calores
Acostumbrados a las comodidades de la vida moderna, como la calefacción y el aire acondicionado, soportamos el frío y el calor mucho peor que años atrás, cuando el común de los mortales no disponíamos de tales artilugios. De pequeño, se guisaba con cocinas de leña y nos calentábamos con braseros de erraj. Recuerdo a mi madre y a vecinas sentadas alrededor, cosiendo pañuelos y escuchando las novelas de la radio. Otra de las evocaciones de mi niñez es volver a casa con los pies helados y, descalzados, poner los pies sobre el brasero escarbado con la badila y sentir un grato hormigueo que nos iba entrando por los dedos junto con el calor reconfortante. Ya no he vuelto a experimentar aquella sensación.
En verano, el sistema de refrigeración era el abanico y el botijo. Tan apenas había neveras y la gente de a pie comprábamos a diario hielo que, envuelto en una tela y colocado en un balde o barreño, servía para refrescar la bebida. A veces, lo traía una camioneta de reparto o íbamos a buscarlo a “La Siberiana”, en aquella época en la avenida de Aragón. Por las tardes, una cuadrilla del Ayuntamiento iba regando las calles. Vivía entonces en la calle Nicolás Sancho y jugábamos a hacer presas de tierra o con los brazos para detener el agua que bajaba por la cuesta. Con el riego, se atemperaba el ambiente y la gente salía por las noches a “tomar la fresca” con los vecinos, costumbre que, afortunadamente, aún se conserva en muchos pueblos y que, incluso, se ha pensado proponerla como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad si bien, en otros lugares, se multa por sacar la silla a la acera aunque sea un método más efectivo que no llevar corbata para aliviarse del calor y ahorrar energía. Con la televisión, se dejó de bajar a la calle para reunirse en la casa de alguna familia afortunada que la tuviera. Hoy día, la programación ofrecida por todas las cadenas invita a mantener tan recomendable y sociable hábito.
Al paso que vamos, con la cesta de la compra encareciéndose a un ritmo desconocido desde hace mucho y los altos precios de la electricidad y el gas, no parece descabellado pensar que habremos de retornar a aquellos tiempos de brasero y abanico. La Agenda 2030, de cuya aplicación en España se encarga una Secretaría de Estado dirigida, desde finales de julio, por Lilith Verstrynge, establece que para esa fecha -dentro solo de ocho años- “no tendremos nada y seremos felices”. Vamos en camino. Cada vez tenemos menos. Y ya se encargarán los medios de comunicación de comernos más el coco y hacernos creer que somos felices.
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¡Qué calor!
Cuando llegan estas sofoquinas en verano, las cuales recuerdo haberlas vivido desde mi más tierna edad, y ya llevo unos cuantos veranos sudados, siempre se acaba pensando que la culpa es de nuestra inconsciencia.
El cambio climático también ocurrió en la época de los dinosaurios, y el hombre todavía no existía. También el Vesubio destruyó Pompeya y el hombre sólo contaminaba la atmósfera "a pedos" y no con la producción industrial ni los carburantes.
La Tierra es un planeta vivo, y como tal, sujeto a cambios y evoluciones. Una cosa es cuidarlo, intentando no quemar los bosques, no vertiendo residuos industriales en los acuíferos, no talando tantos árboles que nos regalan nuestras dosis de oxígeno, hay que mimar a nuestro planeta, puesto que nos da cobijo y es nuestra gran casa, pero otra ya es sentirnos culpables cuando a dicho planeta le da por estornudar.
No es lo habitual que un día de verano haga más fresco de lo normal o que un día en diciembre sudemos con el abrigo y salgamos a tomar el sol. El viento es caprichoso y puede, en cuestión de horas, cambiar una situación climatológica, pero eso entra dentro de cierta "normalidad" y no por ello ya tengamos que soltar la manida frase de..."Ves, esto no es normal, el clima está cambiando, antes los inviernos eran más largos (no existían tantas calefacciones y al igual que ahora, dependiendo de la situación económica y social, en unas zonas "parece" que el invierno es más breve, porque es más llevadero), estamos cambiando el clima, tanta contaminación..... etc, etc".
A ver, hace calor, sí. ¿Está cambiando el clima?, es posible. ¡Vivo en un planeta vivo!...afortunadamente. Toca buscar sombra, también. Pero aquí lo extraño y raro sería que en lugar de hacer calor en el mes de julio, tocara fabricar los helados en verano con carámbanos naturales.
Así pues, dejemos de mirarnos tanto el ombligo, no seamos tan egocéntricos. Los humanos somos "especiales", pero ello no significa que seamos los únicos y fundamentales seres que con nuestras acciones tengamos la suprema potestad de cambiar el clima de nuestro planeta.Aquí, bromas aparte, el único hombre capaz de cambiar y destruir una gran parte del planeta sería aquel loco que se atreviera a accionar el botón rojo que activara el poder nuclear destructor y mandara al planeta a tomar por...y aún así, el planeta aunque roto y destrozado, seguiría existiendo.
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Energías
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha pedido a los españoles que apaguen el aire acondicionado para consumir menos. Sería de recibo que la casta política predicase con el ejemplo. En el reciente pleno sobre el Estado de la Nación, no se ha visto a sus señorías darle al abanico, señal de que disfrutaban del, denostado para otros, aire acondicionado. Tampoco es creíble que lo hagan en sus mansiones pues nuestros hombres públicos y mujeres públicas, al entrar en la política, suelen abandonar la clase media.
Lejos de ser autosuficientes en materia energética, dependemos completamente del mercado exterior. Sánchez ha roto la amistad de España con Argelia, hasta ahora nuestra principal abastecedora de gas. El puesto ha sido ocupado por Estados Unidos que nos proporcionan, más caro, el gas procedente del fracking, actividad prohibida en nuestro país. Rusia es nuestro segundo proveedor con lo cual, indirectamente, estamos sufragando la invasión de Ucrania. Asimismo, le compramos a Francia energía nuclear. Hablar de producirla aquí es mentar la bicha como para los movimientos antinucleares, del pasado siglo, subvencionados por la Unión Soviética. El Parlamento Europeo ha declarado verde este tipo de energía, junto con el gas, con el desacuerdo de nuestro Gobierno que hace como quien adquiere objetos robados; tiene la conciencia tranquila porque no comete delito pero se beneficia de él.
En Europa, ante esta situación de emergencia, se están reabriendo las centrales de carbón. Aquí las hemos demolido. Todo lo que Occidente deja de contaminar, China lo asume y aumenta construyendo nueva centrales térmicas, de modo que la situación queda igual o peor.
China emite ella sola más gases contaminantes -un 30% del total mundial- que el conjunto de países desarrollados. Extraña que un régimen comunista y, por ser de izquierdas, progresista no se preocupe por el cambio climático. Como extraña también que Greta Thumberg no se haya plantado en Pekín a protestar. Quizá porque los chinos no se andan con contemplaciones y no se iría de rositas. Los hay muy valientes cuando saben que sus actos no van a tener consecuencias.
Al paso que vamos, con la inflación cada vez más alta y el precio de los combustibles y de la energía desbocado, el problema no va a ser apagar el aire condicionado sino poder encenderlo.
Afortunadamente, ya no existe la pobreza energética como cuando gobernaba el PP. Al menos los medios de comunicación no la ven o no la quieren ver y, si la ven, no nos la muestran.